Esta semana iniciamos con una pregunta que inquieta a muchas personas, en las diferentes sociedades. ¿A cuánto asciende nuestra cultura? ¿Cómo la mido?
Primero, analizaremos lo que sugiere la UNESCO acerca del término que hoy planteamos, y que con demasiada frecuencia se tergiversa, al señalar a una u otra persona con respecto a su “nivel cultural”: “La cultura son los rasgos que distinguen a un grupo social (yo le agregaría también, a una persona), y estas son tanto materiales como espirituales, afectivos e intelectuales, y engloban las artes, acciones, convivencia, valores, creencias y tradiciones. Por lo que la cultura se conceptualiza como el conjunto de conocimientos y herencias que son transmitidos de generación a generación, y que caracterizan a un grupo de personas a nivel regional, nacional o continental”.
La cultura está íntimamente relacionada con las ciencias sociales (sociología, antropología y etnología, entre las principales). Existen diferentes tipos de cultura en las que no profundizaremos, dado el espacio que tenemos para la comuna, pero que le recomiendo, estimado(a) lector(a), las investigue Usted misma(o) y son: tópica, histórica, mental, estructural y simbólica, entre las principales.
La intención hoy, es precisamente, hacer constar que la CULTURA, es algo inherente a los humanos y (aunque se nos haga difícil de creer porque concentramos un antropocentrismo caduco), a otras especies, sobre todo algunos monos sin cola, rama a la que pertenece el Homo sapiens. Nos parece que nos suponemos los seres más inteligentes, y eso nos ha dado el derecho de ofender y degradar a otras especies, incluso a la propia.
Pero aquí vienen las respuestas, según nuestra humilde opinión, a las dos preguntas que se formularon al inicio.
Ya vimos la definición, y me parece que el asunto de ¿a cuánto asciende?, no es medir del 1 al 10, por que habría que mezclar todos los parámetros que se definen en el segundo párrafo de esta lectura.
Como no es medible, podemos definirlo como una disyuntiva: SI o NO. Pero el NO, quedaría fuera de la ecuación, ya que ningún individuo carece de cultura. TODOS TENEMOS CULTURA. Aunque a muchos les parezca que los otros carecen de ella, o asegure que los otros “tienen poca cultura”.
Es ahí donde insistimos que se puede tergiversar y entonces, convertir el término en que MI CULTURA es mejor que la de los otros. Lo invito a leer los siguientes artículos publicados en esta misma sección, que aportarán para ampliar un poco más el tema: La otredad, racismo, tolerancia, fanatismo.
Un individuo que ayuda a la gente, que se preocupa por el bienestar común, tiene precisamente esa CULTURA. Apoyar al prójimo. Por el contrario, el que ensucia la calle, el que agrede sin mediar palabra, el que ofende, etc., tiene la CULTURA de vivir su día a día, apoyado en ese tipo de conductas, que a la mayoría nos parecen aberrantes, pero así se desarrolló en su entorno; esa es su CULTURA. Eso fue lo que asimiló de sus inmediatos antecesores o de las personas con las que creció, y entonces, ¿a cuánto asciende, según su sabia opinión, la cultura de ese individuo? ¿Cómo la mediría?
¿Son buenas o malas las maneras de comportarse descritas anteriormente? Solo se podrá juzgar desde nuestra propia CULTURA. No veo otra forma.
Normalmente confundimos CULTURA con nivel educativo, que se traduce en años cursados en instituciones que nos van legando nociones de múltiples temas, y eso es, estimado lector(a), solo CONOCIMIENTO y ese SÍ es medible. Pero la CULTURA, mi estimada(o), la CULTURA es otra cosa, que como ya vimos, todos tenemos y en más de siete billones de formas distintas. Una por cada humano.
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