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viernes, abril 19, 2024

Desaparición de Fideicomisos, para controlar los recursos

Este martes, por instrucciones del Presidente de la República, la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados, hará lo posible por aprobar la desaparición de 109 Fideicomisos, de los que esperan obtener 68 mil millones de pesos, que supuestamente utilizarán para la vacuna contra con el Covid-19, pero que, en  realidad, servirán para fondear sus programas clientelares que  tienen como objetivo ganar votos para conservar el poder y tratar de refrendar el triunfo en las próximas elecciones.

No hay argumentos contundentes ni justificaciones claras para desaparecer los Fideicomisos, instrumento del cual este gobierno incluso ha echado mano. Para atender la insuficiencia de recursos educativos en el Estado de Michoacán, por ejemplo, la Secretaría de Hacienda propuso la creación de uno, en donde el gobierno de la entidad pondría una parte del dinero y el Gobierno Federal, otra.

De tal manera que el argumento presidencial de que los Fideicomisos son para “robar”, es una falacia.

Que han sido utilizados para ocultar el movimiento de recursos públicos en beneficio de funcionarios corruptos, a través del sistema financiero, seguramente sí, pero son problemas que se pueden resolver haciendo funcionar la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros; y la Unidad de Inteligencia Financiera.

Lo que no quiere reconocer la administración de AMLO es que la recaudación de impuestos no será suficiente para poder atender los problemas del país.

La drástica caída que tiene la actividad económica repercutirá en los ingresos y el Gobierno Federal sabe que el presupuesto del próximo año no alcanzará  para cubrir, entre otras, las obligaciones del gasto corriente, el gasto no programable, las megaobras, y programas sociales.

Por eso, el gobierno de Andrés Manuel recurre a echar mano de los recursos que existían producto del ahorro de varios gobiernos “neoliberales”. Y de eso, lo único que no han tomado, son los recursos de los Fideicomisos.

Ya dispuso de 149 mil 598 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), para compensar la disminución de los ingresos y alcanzar las metas fiscales de 2019, –estimados, hasta septiembre de 2019, en 260 mil 185 millones de pesos–.

También presume haber logrado un ahorro en dos años de 560 mil mdp  gracias a los recortes  -medidas de austeridad, le llama- que tuvieron un altísimo costo en materia de salud, capacidad de operación de las dependencias, en recorte de personal, garantía de derechos humanos, entre otros.

La cuestión es que esos y otros muchos miles de millones de pesos, se utilizaron no para atender la emergencia sanitaria y la crisis económica, sino para apuntalar a Pemex, sus megaproyectos y sus programas clientelares. No para resolver los graves problemas del país, como sucederá también ahora.

Sólo para poner un ejemplo, recurramos al Fonden, que trae como 7 mil millones de pesos. En este momento se requiere hacer uso de eso o más para atender todo el sureste, empezando por Tabasco, estado de donde es originario AMLO, en donde actualmente hay un desastre natural ocasionado por las lluvias. En la misma circunstancia están Veracruz, Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Campeche, entre otros.

Es un recurso prácticamente comprometido y se requiere mucho más. Además, es un fondo que depende de la Secretaría de Gobernación, como otros que manejan las secretarías de Economía; Hacienda; Energía o controlan de manera conjunta el Gobierno Federal con las entidades.

De tal manera que si el Ejecutivo acusa que hay corrupción y opacidad en los Fideicomisos, en principio a quienes debería pedir cuentas es a sus secretarios e integrantes del gabinete legal y ampliado.

Sin embargo, en los hechos, lo que el Presidente de la República pretende, con la desaparición de los Fideicomisos, es el control de los recursos para seguir insistiendo en una estrategia que tiene que ver con mantenerse en el gobierno y fortalecer las posibilidades de Morena en las elecciones de junio de 2021. Aunque lo niegue Andrés Manuel, es una vulgar ambición por conservar el poder.

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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