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jueves, abril 25, 2024

Combate a la corrupción, prioridad en la reforma energética

De acuerdo con el Índice de Percepción de Corrupción 2012, elaborado por Transparencia Internacional, de un total de 176 naciones evaluadas el año pasado, México ocupó la posición 105, con 34 puntos de 100 posibles. Nuestro país fue el peor evaluado de los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

En América Latina, México se ubicó a la mitad de la lista regional, detrás de El Salvador, Panamá y Perú, los tres con 38 puntos.

En esta medición, los países que obtuvieron una mejor puntuación fueron Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda, los cuales comparten el primer lugar, con una puntuación de 90, una posición que han podido alcanzar en parte debido a que cuentan con sólidos sistemas de acceso a la información y normas que regulan la conducta de quienes ocupan cargos públicos.

Entre las medidas que deberían implementar las naciones para combatir la corrupción, Transparencia Internacional recomienda “incorporar acciones contra la corrupción en todas las decisiones públicas. Entre las prioridades están normas más efectivas sobre lobby y financiamiento político, una mayor transparencia de la contratación y el gasto público, y mayor rendición de cuentas de organismos públicos a la población”.

En 2010, Transparencia Mexicana llevó a cabo el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, que mide la frecuencia con la que los hogares mexicanos pagaron un soborno (mordida) para acceder a 35 trámites y servicios monitoreados.

Para elaborar esta medición, fueron entrevistados más de 15,300 hogares mexicanos en todo el territorio nacional, que reportaron más de 200 millones de actos de corrupción en ese año. En 2010 el costo económico de esta forma de corrupción rebasó los 32 mil millones de pesos, lo cual representó un impuesto adicional de más de 14% sobre los ingresos promedio de los hogares mexicanos.

Petróleos Mexicanos es uno de los organismos en los que se registra el mayor número de irregularidades y acciones de corrupción, para muestra, sólo mencionaré algunas de las denuncias más recientes.

En seis años, entre 2006 y 2012, Pemex le entregó al sindicato 1,768 millones de pesos para sufragar los viajes de líderes sindicales, los festejos para conmemorar la expropiación petrolera y el desfile del 1 de mayo, y sobre los que no hay información precisa de si realmente se ocuparon para eso.

El Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2011, arrojó varias irregularidades en Pemex, entre las que destacan el pago indebido de 108 millones de pesos por la movilización de una plataforma de perforación marina que supuestamente se encontraba en Emirato Árabes Unidos, pero que en realidad estaba en el Golfo de México.

Petróleos Mexicanos paga salarios de hasta 600 mil pesos mensuales, además de cuantiosas prestaciones, a integrantes del consejo de Administración de la empresa Mexicana de Lubricantes, dedicada a la venta de lubricantes automotrices e industriales, aditivos y grasas y en la cual Pemex participa como socio accionista. Sobre los principales socios de Mexicana de Lubricantes, recaen además acusaciones por presunta administración fraudulenta.

En el marco de la discusión de la reforma energética, si el gobierno federal quiere demostrar que realmente le interesa reformar Pemex, debe combatir la corrupción en la paraestatal que se ha convertido en un verdadero lastre para su desarrollo y eficiencia.

En mi opinión, hay evidencias suficientes para que el gobierno inicie investigación contra funcionarios, ex funcionarios y líderes sindicales, por probable uso indebido de recursos públicos, y además, respecto a estos últimos, por presunta malversación de las cuotas de los trabajadores.

Estas medidas son un elemento indispensable para demostrar que hay voluntad del gobierno de limpiar la corrupción en Pemex, como una de las acciones indispensables para la modernización de la paraestatal.

Si desde su creación, en Pemex se hubiese combatido con eficacia la corrupción, sería una paraestatal más grande, eficiente y moderna de lo que actualmente es. Sin embargo, a pesar de la discrecionalidad y corrupción histórica, de los abusos de su dirigencia sindical, y de los actos de vandalismo que sufre constantemente, Pemex sigue siendo la que más aporta y le da solidez al presupuesto que tiene la nación.

 

Correo: agustin.alonso@congreso.gob.mx
Twitter: @AlonsoRaya_

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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