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miércoles, abril 24, 2024

Llegó la hora de evaluar y hacer ajustes en el gabinete

La crisis ambiental y el repunte de la violencia que tuvieron lugar la semana pasada, obedecen a razones similares que aunque el gobierno lo niegue, ponen en riesgo la vida de las y los ciudadanos; así como la gobernabilidad del país.

El recorte indiscriminado al presupuesto de programas prioritarios, la centralización en la toma de decisiones por parte del Ejecutivo Federal, la improvisación, la ausencia de planeación, la reacción tardía de las autoridades y la inexperiencia e incapacidad en algunos casos.

Así como la falta de atención y de coordinación entre la federación, estados y municipios; son las causas principales de la crisis ambiental  y del repunte de la violencia que azota el país.

Ante las críticas por la cantidad de incendios que lamentablemente están aconteciendo en nuestro  país y la contaminación ambiental que se vivió en la Ciudad de México y otras grandes ciudades; la SEMANART reconoció que programas de empleo temporal con los que se pagaba a brigadas contra incendios forestales fueron suspendidos, debido al recorte presupuestal.

Los resultados están a la vista. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, en 2019, hasta el 9 de mayo, se han registrado 4 mil 425 incendios en 30 entidades federativas, afectando una superficie de 152 mil 952 hectáreas.

Tan sólo del 11 al 12 de mayo, el fin de semana más crítico, había 82 incendios forestales activos, en 21 estados del país. La Ciudad de México enfrentó 20 conatos de incendios, más otros 27 en municipios conurbados, lo que provocó y obligó a declarar la contingencia ambiental extraordinaria en la Ciudad de México, con la consiguiente suspensión de algunas actividades, las escolares entre otras.

Ante la otra gran crisis, la de la violencia, las autoridades federales, estatales y municipales también están desbordadas; a pesar de las promesas de que con la Guardia Nacional la situación mejoraría.

La violencia, los desaparecidos y las ejecuciones no paran en Jalisco, Guanajuato, Guerrero, Ciudad de México y Veracruz; sólo por mencionar algunas entidades. En esta última, este fin de semana se registraron tres ejecuciones múltiples, con un total de nueve muertos.

Cuatro de ellos en Minatitlán, a dos semanas de la masacre de 13 personas y a pesar de la presencia de miles de elementos de la Guardia Nacional y otras corporaciones municipales, estatales y federales.

La cuestión de fondo es que, frente a la agudización de los problemas que enfrenta el país, el titular del Ejecutivo Federal reacciona de una manera muy voluntarista, como si las cosas se pudieran resolver con invitaciones o llamados a actuar de buena fe; sin planear las políticas públicas, sin colocar al frente de las dependencias a personas con experiencia y, sobre todo, sin canalizar el presupuesto suficiente.

A ello, hay que sumar las diferencias que se están dando entre los integrantes del gabinete y el afán del presidente por centralizar todas las decisiones, sin otorgar a los funcionarios que él mismo propuso, la confianza y las condiciones para que asuman sus responsabilidades.

El otro grave problema es cómo se distribuyó y diseñó el presupuesto para este año. El presupuesto se diseñó sobre una base de  desconfianza, con la idea de que, en todas las dependencias y programas, había corrupción y, por lo tanto, se requería concentrar todo e incluso desaparecer programas.

Ya es tiempo entonces que el Presidente de la República haga un alto para revisar los resultados de su gabinete y tomar medidas para hacer que responda, funcione y sea más eficiente.

De lo contrario se irán incrementando los problemas de incertidumbre, desconfianza, credibilidad; y eso puede llevar al país a una situación mucho más crítica que lo que actualmente padece en algunos sectores prioritarios.                                                       Lo que no se debe olvidar, en principio, es que la ineficiencia, la falta de sensibilidad y de presupuesto ante problemas que son torales; también es corrupción y causa además de violencia, contaminación y muerte. Aún es tiempo de corregir, los ciudadanos votaron por un gobierno más eficiente y esto, hasta el momento, no se ha hecho realidad.

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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