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viernes, abril 26, 2024

No es Trump, es la inseguridad

En el diferendo que tiene lugar entre México y Estados Unidos por la pretensión del presidente norteamericano de declarar terroristas a los grupos del narcotráfico que operan en nuestro país; el problema de fondo es la incapacidad del gobierno mexicano para combatir eficazmente la violencia y la actuación de las organizaciones criminales en territorio mexicano.

No hay duda que Donald Trump está utilizando este tema con fines electorales y mediáticos, como lo hizo en el caso de los aranceles. Pero también es cierto que en México hay quienes se están envolviendo en la bandera del nacionalismo y la supuesta defensa de la soberanía, sin la menor autocrítica y sin reconocer la dolorosa realidad de la violencia y la inseguridad que azotan al país.

Es indiscutible que México no debe permitir que el gobierno norteamericano  pretenda intervenir directamente en la vida nacional ni en este ni en otro tema.

En donde quiera que se ha metido el gobierno de EU en América Latina han sido experiencias muy negativas. México ya las ha tenido, pero también Chile, Guatemala, Colombia, Honduras, y otros.

Sin embargo, tampoco el gobierno mexicano debe ser tan frívolo ni tan insensible frente ante acontecimientos tan graves como los que se han presentado y a errores tan delicados como los que se han cometido.

Hay que evitar intromisiones, pero no negar la realidad y los problemas tan graves que vive México en materia de inseguridad, violencia y narcotráfico. 

Frente a un problema que atañe a ambos países, lo que se tiene que hacer es establecer mecanismos de colaboración seria para poder combatir el tráfico de drogas, armas y personas.

Sin embargo, es fundamental que el gobierno mexicano haga lo que le corresponde por el país, asumiendo su responsabilidad, empezando por revisar y, de ser necesario, replantear la estrategia en materia de seguridad y combate a la delincuencia organizada y el narcotráfico que a todas luces no ha funcionado.

Una buena medida sería la legalización del uso de algunas drogas, sin embargo, este es un tema que por presiones del propio gobierno norteamericano, de los grupos conservadores del país, y las resistencias del mismo Andrés Manuel López Obrador, no se ha concretado.

Para muestra un botón. El Senado de la República ya se había declarado listo para discutir las distintas iniciativas que se han presentado para regular el consumo recreativo de la mariguana, pero, sin más, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, declaró que no se había logrado el consenso necesario, y el proceso parlamentario se frenó.

La cuestión es que se instrumentan y aplican políticas y acciones que rayan en el voluntarismo, situación que nos entrampa y no permite ir a ningún lado. No termina de quedar claro de qué manera el gobierno mexicano pretende combatir la inseguridad y a los cárteles.

Lo que impera es el “fuchi y guácala”; son “las abuelitas y mamacitas regañando a los sicarios, para que se porten bien”; son “los abrazo y no balazos”. Y eso, hasta el momento, no ha dado resultado.

Lo que se debería de hacer es aplicar la ley a quien la infrinja, combatir la impunidad y hacer justicia a todas y todos los mexicanos. Pero además, destinar recursos suficientes e instrumentar eficazmente las reformas legales que el Congreso de la Unión ha aprobado a petición del Ejecutivo Federal.

Se planteó una reforma aparatosa y muy grande en la Constitución de la República para constituir la Guardia Nacional y a la hora de la hora ni está debidamente integrada ni tiene los recursos que debería tener, ni la capacitación que requiere ni está haciendo lo que debería hacer. De tal manera que no se entiende con claridad para qué realmente quiere el gobierno la Guardia Nacional.

En tanto, los grupos del crimen organizado, ante estas dudas, ambivalencias y vacíos que genera el gobierno,  están fortaleciéndose, ampliando sus operaciones y territorios y generando con ello más violencia, asesinatos y delitos. Actúan con plena impunidad en las regiones en donde se encuentran, envalentonados con el fracaso del “culiacanazo”.

De tal manera que si en algo ha fallado el gobierno de Andrés Manuel en su primer año de gobierno es en garantizar la seguridad de las y los mexicanos. Por eso, en este rubro, la población lo reprueba. Como reprueban a Diego Sinhue en Guanajuato.

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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