Como consecuencia de las fallidas políticas públicas y la centralización en la toma de decisiones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, las crisis sanitaria, económica y de inseguridad se han convertido en los azotes de su gobierno; con graves consecuencias para la población.
Son tres problemas que están directamente relacionados y que de no ser atendidos con mayor eficacia por parte del Gobierno Federal pueden derivar no sólo en el desgaste de la administración de AMLO y de Morena, como ya quedó evidenciado en los resultados de las elecciones de Hidalgo y Coahuila; sino en una crisis social de gran envergadura.
Con 901 mil 268 contagiados y 89 mil 814 defunciones a causa del Covid-19, México ya se ubicó como el noveno país en el mundo que más daños ha sufrido por la pandemia.
El problema se podría agravar con la llegada del invierno, con la esperada confluencia de Covid-19 y la Influenza. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, esta situación será un desafío para los sistemas de salud sobrecargados que tendrán que hacer frente a la doble carga de una pandemia de Coronavirus y a un pico en otras enfermedades respiratorias.
Frente a este panorama es muy probable que México tenga que regresar, al menos de manera parcial, al confinamiento, como ya está pasando en algunos países de Europa, y en territorio nacional, en Chihuahua; lo que repercutirá en la economía.
De hecho, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, considera que el rebrote del virus es el mayor riesgo para la economía nacional -aunque en realidad en México seguimos en la primera ola de la pandemia porque la cifra de contagios no ha descendido de manera sistemática-.
Herrera advirtió: “que el riesgo de un rebrote del virus, mientras no haya vacuna, pone de manifiesto la importancia de redoblar los esfuerzos para contener la pandemia”.
Para infortunio de Herrera, y de la economía del país, el Presidente Andrés Manuel no comparte la impresión de su Secretario de Hacienda, como lo puso de manifiesto al enmendarle la plana a Herrera cuando aseveró que como consecuencia del Coronavirus, México enfrentará su peor crisis económica desde 1932.
A lo anterior, hay que agregar la crisis de inseguridad, combinada con el fracaso del combate al crimen organizado. El caso del General Cienfuegos, se ha convertido en un bochorno internacional.
Es inadmisible que el gobierno mexicano no tuviera la más mínima idea de los presuntos vínculos del exsecretario de la Defensa Nacional con la organización del narcotráfico que tuvo un crecimiento desmesurado en el pasado sexenio y que se ha fortalecido de tal manera que atentó contra el actual secretario de seguridad pública de la Ciudad de México. Peor aún, acepta sin reparar las acusaciones y la versión de la DEA.
Según la DEA, la organización a la que supuestamente apoyó Cienfuegos, es hoy la cuarta más poderosa del mundo. ¿Los órganos de inteligencia, las corporaciones policiacas federales y la Fiscalía General de la República, no contaban con esta información?
Esta ineficacia, como consecuencia, ha dado como resultado que la inseguridad y la violencia se disparen. En lo que va del actual gobierno, se han acumulado casi 65,000 homicidios dolosos. Han transcurrido los meses con más homicidios en el país, y cada día han sido asesinadas, en promedio, 97 personas.
Desafortunadamente, no parece que el Presidente de la República asimile las consecuencias de sus desaciertos. Y eso sucede porque Andrés Manuel no está preocupado por gobernar y resolver los graves problemas de salud, de seguridad y económica, sino, por sacar adelante su proyecto político.
Es decir, no rectificará y en consecuencia, las crisis que convergen en México se agravarán en lugar de mejorar y si 2020 ha sido un año funesto, lo que se espera para 2021 será de pronósticos reservados.
