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miércoles, abril 24, 2024

Periodistas, víctimas de las complicidades del poder

La conducta de Javier Duarte al frente del gobierno de Veracruz hace recordar algunos de los que en su momento han sido los peores gobernadores del Partido Revolucionario Institucional, políticos que actuaron como caciques en sus respectivos estados, autoritarios en el ejercicio del gobierno, que favorecieron a sus aliados políticos y reprimieron a sangre y fuego la oposición y las inconformidades sociales y que, con lujo de violencia, acotaron la libertad de expresión.

Los resultados de la presunta investigación del asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de la fuente policiaca de los periódicos Notisur y Liberal, secuestrado con lujo de violencia el 5 de febrero en Coatzacoalcos y cuyo cadáver fue encontrado el 11 de febrero en una fosa clandestina, en donde había dos cuerpos más, en Las Choapas; es un ejemplo más del estilo autoritario y represor que ha caracterizado el gobierno de Javier Duarte.

Los argumentos del gobierno estatal en torno a este caso, similares a los que se han planteado en la mayoría de los diez asesinatos de periodistas acontecidos en la administración de Duarte; son, a todas luces, una patraña.

Es una vulgar manipulación de una investigación que tiene como objetivo final criminalizar el ejercicio periodístico, obstaculizar la libertad de expresión y sembrar el miedo y el terror para advertir a todo aquel que denuncie, critique o escriba cosas que no le conviene al gobierno del estado, pone en peligro su vida.

El PRI debería de reparar en el tipo de gobernadores como Javier Duarte, cuya característica, personalidad y forma de gobernar, se asemejan a los peores priístas que a lo largo de la historia del partido han gobernado algunos estados del país.

El gobierno de Javier Duarte recuerda a los que en su momento encabezaron el General Luis Raúl Caballero Aburto, gobernador de Guerrero entre 1957 y 1962; el General Práxedes Giner Durán, quien gobernó Chihuahua de 1962 a 1968; Rubén Figueroa Figueroa, mandatario de Guerrero, entre 1975 y 1981, y a su hijo Rubén Figueroa Alcocer, quien también estuvo al frente de esta entidad de 1993 a 1996.

Caballero Aburto se le recuerda por hechos como la matanza de estudiantes de 1960, en Chilpancingo, que demandaban la autonomía de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Giner Durán, es autor de la desafortunada frase “querían tierra, denles tierra hasta que se harten”, proferida en ocasión del entierro de quienes, encabezados por el maestro rural Arturo Gamiz, intentaron tomar el Cuartel Madera; cansados de la pobreza en la que vivía la mayoría de la población y de los abusos del gobierno  y de los caciques locales y terratenientes protegidos por quien estaba al frente del Ejecutivo estatal.

Rubén Figueroa Figueroa es señalado como responsable de la desaparición forzada de cientos de activistas de movimientos sociales, estudiantiles, magisteriales, y campesinos. Heredó su autoritarismo y violencia a su hijo, Rubén Figueroa Alcocer, en cuya administración estatal, el 28 de junio de 1995, tuvo lugar la matanza de Aguas Blancas.

Está claro que mientras no tome las medidas necesarias para proteger la vida de los periodistas y garantizar el libre ejercicio de la libertad de expresión en Veracruz; el gobierno federal será cómplice de los actos autoritarios de quien encabeza la administración estatal, y alcahuete de las trapacerías, la pillería, los enredos y de la red de complicidades que protege, estimula y defiende Javier Duarte.

 

Correo: agustin.alonso@congreso.gob.mx
Twitter: @AlonsoRaya_

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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