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miércoles, abril 24, 2024

Pepe Trueba

Hace 27 años lo conocí, gracias a mi padre, de quien fue amigo desde sus tiempos de estudiantes en la Escuela de Derecho de la Universidad de Guanajuato. Recién se estrenaba como flamante secretario de Educación del debutante gobierno estatal de Rafael Corrales Ayala, quien lo convocó a hacerse cargo de tan importante cartera luego de haberlo escuchado en una disertación académica poco tiempo antes, me contaba Pepe. Él mismo se sorprendió al recibir tamaña convocatoria, pues no había participado políticamente ni en la campaña electoral ni en el PRI. Tuve la suerte de que me entrevistara, cuando yo apenas contaba con 25 años de edad, pero con una licenciatura y una maestría bajo el brazo. Me invitó a fundar un nuevo departamento en la nueva Secretaría de Educación, Cultura y Recreación (SECyR): el de culturas populares, que buscaría promover el conocimiento y el cultivo de las diversas expresiones del arte y las tradiciones populares de la entidad.

Pepe Trueba
Pepe Trueba exponiendo su visión de las ciencias sociales, 12 de abril de 2011

Pepe Trueba, abogado de oficio pero sociólogo educativo de vocación, había explorado diversas estrategias para promocionar la educación popular. Estaba comprometido con las propuestas libertarias de Paolo Freyre y otros educadores latinoamericanos; con muchos de ellos mantuvo una cercana amistad, como con Pablo Latapí, Carlos Muñoz Izquierdo, Manuel Ulloa y otros miembros del Centro de Estudios Educativos, de raíz jesuita. En los años setenta, en el gobierno estatal de Luis Ducoing, se hizo cargo del programa de desarrollo del norte de Guanajuato, donde ensayó varias estrategias para empoderar a las comunidades y estimular su autogestión.

Como estudió una maestría en Sociología en la Universidad Católica de Lovaina, desarrolló una profunda afición por los estudios sociales, desde la visión del solidarismo cristiano y el estructuralismo metodológico. Se vinculó con el Instituto Mexicano de Estudios Sociales (IMES) y bajo ese sello publicó varios libros donde plasmó sus intereses y convicciones intelectuales: “Planteos de teoría sociológica”, “Sociología de la empresa”, “Ecología para el pueblo” y otros. Como secretario de Educación nunca abandonó su gusto por escribir. Mantuvo durante varios años su columna semanal “Hitos educativos” en el diario El Nacional de Guanajuato. En ese medio compartimos espacio dentro de la página “Pizarra educativa”. Nunca nos faltaron los debates intelectuales que marcaron diferencias de percepción sobre las materias educativas y culturales, pero siempre con respeto y altura argumental.

Con frecuencia, sus convicciones democráticas le hicieron sentir incómodo bajo el último gobierno estatal priísta, que fue particularmente autoritario. Para su fortuna el gobernador no poseía un programa educativo propio, por lo que Pepe tuvo mucha libertad para aplicar sus convicciones, aún en contra de los poderes creados al interior del magisterio y de muchos actores políticos para los que les resultó difícil aceptar un programa que le apostaba más a la participación directa del docente en las políticas educativas, que a la intermediación gremial. En aquel entonces la maestra Elba Esther no era lo que hoy es –acababa de desplazar al cacique Joguitud, por lo que aparentaba fe democrática-, pero de todas formas era difícil negociar con una poco amable sección 45. Con todo, Pepe pudo llevar una buena relación con los representantes sindicales. Incluso cuando decidió aplicar en 1987 el primer examen masivo de selección para asignar las nuevas plazas magisteriales, rompiendo una fuerte inercia de venta y asignación directa de las mismas.

Pepe Trueba durante el Congreso interno DCSyH Campus Leon

Con el cambio de gobierno y la alternancia partidista en 1991, Pepe fue ratificado como secretario. Pudo así acumular una década en ese despacho, y se le debe reconocer la autoría de muchos cambios que facilitaron la modernización y la federalización del ramo educativo. La federalización se concretaría en 1994, que significó la fusión de los sistemas federal y estatal, y fue entonces que entregó la estafeta.

Hombre de izquierda, aunque hijo del fundador del Sinarquismo. Intelectual, escritor, educador y reformador de instituciones. Impulsó la expansión de la universidad pública en León, gracias a su participación en el grupo “Primero León”, que supo apretar las tuercas adecuadas para que la Universidad de Guanajuato estableciera un nuevo campus en esa ciudad. Fue profesor de su alma mater hasta el último día, donde volvimos a ser colegas.

Sirva esta breve reseña como homenaje a un hombre bueno, que supo ayudar y trascender. Hasta siempre…

Luis Miguel Rionda
Luis Miguel Riondahttp://www.luis.rionda.net
Antropólogo social. Consejero electoral del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG). Profesor ad honorem de la Universidad de Guanajuato. luis@rionda.net – www.luis.rionda.net - rionda.blogspot.com – Twitter: @riondal

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