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martes, abril 23, 2024

Doctor Strange

Hay dos categorías entre los superhéroes que yo suelo percibir: aquellos que combaten al crimen día a día, y aquellos que nos salvan de cosas que apenas y percibimos, es en esta última categorización en donde yo pongo al Doctor Strange. Siento empatía por su labor titánica que no consiste en cazar criminales, sino en solucionar conflictos referentes a la magia en nuestro mundo y más, y de paso servir de guía en estas cuestiones siempre con amabilidad hacia a los demás superhéroes que apenas y pueden entender una pizca del mundo de los hechizos y planos astrales.

Es uno de mis personajes favoritos y uno al que siempre he querido ver en la pantalla grande, y parece ser que también era la intención de Marvel.

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El hechicero supremo ha intentado salvar al mundo en la pantalla grande desde hace más de 30 años; intentos fallidos, conflictos de empresas y la venta de derechos de personajes hicieron que gente como Wes Craven y Stephen Norrington se asociaran con el nombre de Doctor Strange. Pero la labor de traer una película sobre el personaje adquiere un tinte de capricho cuando surge el MCU; Kevin Feige siempre se ha declarado fanático del personaje y apenas obtuvo la posición de presidente en Marvel Studios no se rindió, y tras años, y años, y años de intentos… podemos decir que ya existe una película sobre Doctor Strange.

Doctor Strange es una película de molde de la empresa. Esto para nada indica que sea mala, después de todo me parece interesante ver el origen de los personajes a pesar de la insistencia de la crítica tradicional que asegura que esto es tedioso. Ver el inicio de un superhéroe logra que te conectes y puedas verte reflejado en los problemas que afronta, crea estándares a seguir para futuras generaciones que nunca agarraron un cómic del personaje pero sí están sentados viendo una película de él. Si digo que es de molde es porque por desgracia tiene los mismos fallos de siempre, unos que tarde o temprano ya le van a cobrar factura a Marvel,

Les puedo asegurar que Benedith Cumberbatch se adueña del personaje, tal y como lo hicieron en su tiempo Robert Downey Jr. con Iron Man y Hugh Jackman con Wolverine. Tiene un ojo agudo y sí se muestra prepotente como lo fuera Stephen Strange en sus días de médico, aunque debo decir que es muy rápido el cambio de médico a hechicero, si la película llevase un tono más serio veríamos el progreso de este personaje que tiene un pasado dramático que lo hace ser lo que es… aunque eso sería volverme exigente con algo que la película no tiene pensado hacer, quizás en el futuro veremos a Strange ser más sabio y comprometido a ayudar a los héroes en sus labores paranormales (y parece ser que sí).

Las escenas post-accidente son dolorosas de ver y en donde el drama surge por parte del actor que nos transmite su problema.
Las escenas post-accidente son dolorosas de ver y en donde el drama surge por parte del actor que nos transmite su problema.

Otro acierto es el tratamiento visual que atinadamente Derrickson apunta hacia tres elementos: las técnicas de meditación New Age que estuvieron de moda en los inicios del personaje, los paisajes cósmicos de Steve Ditko –en probable inspiración hacia los que hacía Jack Kirby– y la construcción de los laberintos urbanos que planteaba Christopher Nolan en Inception. Hay una buena mezcla entre los tres y aunque estos momentos de ilusiones y planos están repletos de efectos especiales que abarrotan el filme, su finalidad es la de maravillar y hacer sentir a la audiencia minúscula, cosa que no pasaba en un filme de la empresa y les recuerdo que ya han ido al espacio y hemos visto dioses nórdicos.

Michael Giacchino se luce con su trabajo en Doctor Strange. Estoy bastante sorprendido con la inteligencia musical del proyecto, no es sólo un score más. Aquí se percibe los sonidos habituales de Giacchino –temas de piano y el uso de chistes en los títulos de canciones- pero hace experimentos con la música que en manos de otro compositor no se hubiesen realizado. Cuando se requiere crea un temas que va a terminar mutando acelerando la velocidad de la pista o poniéndola al revés, e inspirado en los 60’s, concibe al tema de Strange como uno en donde escuchamos citaras y clave como si se tratara del proyecto de un grupo de rock progresivo/salido de un filme de Vincent Price. Es en efecto: raro, pero uno muy gratificante de escuchar y que sigue posicionando a Giacchino como uno de los mejores compositores de nuestros tiempos.

A partir de esto, creo que hay mucho potencial desperdiciado.

El cambio de nación y género a “El Antiguo” raya en lo absurdo, porque está claro que la intención es la de no dañar al mercado chino que ha demostrado ser excelente punto de partida en la taquilla, no queriendo ofender a un público que encuentra repudio en los tibetanos, deciden que Tilda Swilton es la indicada para esto, y Tilda es excelente actriz, pero en Doctor Strange la mayoría de las veces se le ve confundida, sin inspiración, nada misteriosa y mucho menos se vuelve la imagen de un personaje que se supone es el maestro de maestros.

La mayoría del tiempo Tilda Swilton está sonriendo, o así es el personaje o no se lo toma muy en serio.
La mayoría del tiempo Tilda Swilton está sonriendo, o así es el personaje o no se lo toma muy en serio.

Y por costumbre, el villano es el más lastimado de todos los elementos cuando se trata de Marvel, porque Mads Mikkelsen no pasa de ser un villano al que no conocemos mucho y nos desinteresa, a sabiendas de que usan al némesis de Strange, Mordo como un personaje de apoyo y posible amigo de este. Esta idea tiene potencial, ver cómo se genera una rivalidad a partir de un amistad y apoyo serviría de no ser que Mordo es misterioso no por el personaje, sino por cuestiones del guion que lo dejan ver como un berrinchudo que se contradice y termina siendo villano sólo porque así lo dictamina el texto.

Y… por primera vez en todas estas películas, siento que el humor es exagerado. No estoy en contra de este, siempre lo he defendido, pero la historia de Stephen Strange era una que merecía un tratamiento más serio; entendemos que esta es la historia de un hombre que ha sufrido mucho y encuentra otra salvación en algo que no esperaba, que tiene un peso moral porque no puede usar la magia simplemente porque sí y termina siendo el más importante dentro de su categoría en nuestro planeta, y hay atisbos de esto, pero contrastan mucho con una centena de chistes que salen, a veces funcionan, a veces dan pena ajena, y la mayoría del tiempo se sienten como colchón sentimental, es decir, vienen de escenas que por sí solas deberían de ser dramáticas, pero un chiste arruina el momento.

Doctor Strange ya está en el MCU. No es perfecto, pero dista también de ser una porquería, es una película que a pesar de que no lo parezca, me entretuvo y me deja esperanzado en que se le dará un buen uso al personaje.

Pero de verdad: Marvel necesita tomar unas clases en “cómo hacer buenos villanos” porque si seguimos así, la galería de villanos que tienen en su poder no servirá de nada por ser tan desechables como las palomitas que compras antes de presenciar la película.

 

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