Recientemente el INE aprobó un acuerdo por el que se establecen lineamientos para que
los partidos políticos prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia
política contra las mujeres en razón de género.
En razón de ello propusieron que los candidatos emitan, bajo protesta de decir verdad,
una declaración que contenga los siguientes puntos:
1. No contar con antecedentes de denuncia, investigación y/o procesamiento y, en su
caso, no haber sido condenado o sancionado mediante resolución firme por
violencia familiar y/o doméstica, o cualquier agresión de género en el ámbito
privado o público;
2. No contar con antecedentes de denuncia, investigación y/o procesamiento y, en su
caso, no haber sido condenado o sancionado mediante resolución firme por delitos
sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal y;
3. No estar inscrito o tener registro vigente como deudor alimentario o moroso que
atente contra las obligaciones alimentarias, salvo que acredite estar al corriente
del pago o que cancele en su totalidad la deuda ante las instancias que así
correspondan.
La declaración es un avance en los compromisos personales de los candidatos y la
corresponsabilidad de los partidos que los postulen, pero obviamente no es suficiente,
sobre todo porque los dos primeros supuestos tienen una cifra oculta de casos que no
llegan a denunciarse, precisamente como consecuencia de esa violencia.
Si a eso agregamos que los políticos, en su gran mayoría, suelen mentirnos, entonces el
riesgo es que todo ello se quede en buenas intenciones del INE.
Obvio se necesita más, mucho más.
La afición verde y la autoridad
El Club León nuevamente está en la final del futbol mexicano, pero en una final que se
suponía diferente por la pandemia.
Es la primera vez que la enorme afición con la que cuenta el equipo se ve imposibilitada
para estar dentro del estadio y apoyar a su equipo en cada partido que ha disputado y en
los dos que quedan.
Sin embargo, el riesgo de contagios por coronavirus no impidió que cientos de aficionados
formaran valla y se reunieran en las afueras del Estadio León para manifestarle su
respaldo a los futbolistas.
Eso sin duda representa un doble error: el de la afición, que pone y se pone en riesgo de que haya más contagios, sin tener en cuenta el enorme trabajo que hacen los equipos de salud para tratar de contener esta pandemia; y el de los cuerpos de seguridad que no supieron o no pudieron contenerlos y evitar la reunión masiva.
Las cosas pintan para ponerse peor el próximo domingo, sobre todo si el Club León logra el octavo campeonato.
