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martes, abril 23, 2024

A todos nos cayó por sorpresa ¿Estamos listos para el naranja?

Aunque la federación ya lo había hecho, la decisión de cambiar de rojo a naranja el semáforo de reactivación económica en Guanajuato tomó a todos por sorpresa, o al menos a los informados

Entre esos inconformes están los empresarios, que ayer se alinearon y salieron señalar lo que ven como -incongruencia-.

Claro está que ellos mismos quieren que la economía se levante y muchos sectores que seguían sin permiso se reactiven, urge oxigeno para todos ante la recesión pronosticada de forma mundial.

No es para menos, los guanajuatenses no hemos querido entender cosas básicas entre la sana distancia y el uso de cubre bocas. Hubo giros que siempre estuvieron abiertos, lugares que no se adaptaron, reuniones al por mayor.

Cuando se presentó el semáforo de reactivación, el gobierno fue muy claro al señalar que éste estaba sujeto a un análisis y sobre todo a autorización de las autoridades sanitarias, y el cambio a media semana fue, por decir lo menos, sorpresivo.

El “susto” que tienen los empresarios es igual al que muchas personas, ¿Por qué razón se nos vende un avance, cuando diariamente el estado reporta contagios y muertes, y éstas no paran?

Piden los lideres de cámaras que el gobierno explique, porque entonces quizá a la siguiente semana regresemos a rojo y… ¿Dónde quedaría la prevención y la planeación de la estrategia para enfrentar a este coronavirus?

El truco es ‘pasarse de vivos’

Un grupo de bares de la capital del estado se quisieron pasar de “vivos”, más bien se pasaron de vivos al convertir sus establecimientos en “restaurantes-bar” para poder seguir funcionando en medio de la contingencia sanitaria.

Estos negocios están considerados como actividades no esenciales, por lo que se supone debían estar cerrados para prevenir contagios de COVID-19.

Esta medida sin duda representó un fuerte impacto económico para los empresarios, algunos incluso ya declarados en quiebra, pero otros más listos recurrieron a otras estrategias para poder “sobrevivir” a la pandemia.

Con la complacencia de la administración municipal que encabeza Alejandro Navarro, y desde mucho antes, unos 20 bares metieron a su servicio la venta de alimentos, así podían alegar que su giro es de restaurante-bar.

Además ¿quién los iba a regular? cuando Fiscalización y Control a cargo de Gustavo Bück, y Protección Civil de José Félix Pérez, se la han pasado echándole la bolita a la Jurisdicción Sanitaria, pues según ellos eso no les tocaba vigilar. Ahora con el semáforo en naranja menos lo harán.

Ricardo Yuri Salazar, extitular de la Jurisdicción también los dejó funcionar, aún reconociendo y sabiendo que representan un foco de contagios de coronavirus. Claro nadie se quería bronquear con los empresarios, quienes pidieron encarecidamente al alcalde empresario Alejandro Navarro, que se hiciera de la vista gorda.

Pero no contaron con que a la Jurisdicción Sanitaria llegara Juan Carlos González Araiza, quien luego luego detectó la estrategia y ya hasta aplicó cuatro suspensiones a bares por quererse pasar de vivos.

El recién nombrado titular de la Jurisdicción advirtió que las revisiones serán parejas y con él no habrá trato diferenciado, así es que los bares o se meten en cintura o él los mete en cintura.

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