Este martes, oficialmente finalizó la LXV Legislatura, con tres años de férreas discusiones, aciertos en conjunto, desintegraciones de fracciones, alianzas en la oposición, gastos excesivos y muchos pendientes en materia de derechos humanos.
Una legislatura que se caracterizó por maratónicas sesiones, la falta de consensos en muchas de las iniciativas de importancia, la repetitiva discusión en algunos puntos y el desdén de la mayoría panista a la oposición, porque no decirlo.
Sorpresas las hubo, como el hecho de que una sola diputada, Dessiré Ángel Rocha, si se hace una comparación porcentual, presentó más iniciativas que el resto de los grupos parlamentarios.
Más sorpresas: la salida de Yulma Rocha Aguilar, quien desde el inicio de la legislatura ya mostraba indicios de roces con el resto de la bancada del PRI, abandonó la fracción para sumarse a Movimiento Ciudadano, lo que le valió para ser la candidata a la gubernatura.
Esta legislatura, también se caracterizó por los gastos a contentillo de las y los diputados, muestra de ello la compra tres camionetas, valuada cada una en más de un millón de pesos, dos viajes a España y finalmente, el viaje a Asia para el diputado Alejandro Arias Ávila, del PRI.
De reconocer los aciertos en esta legislatura, como la creación de una nueva ley para regular la gobernabilidad en los municipios, fortalecer los mecanismos de atención víctimas y buscadoras, entre ellas la atención médica prioritaria, el garantizar refugios para mujeres, la nueva Ley de la Diversidad Sexual y sancionar con mayor severidad múltiples expresiones de violencia de género.
Lamentablemente, una legislatura más que se va y quedan pendientes aquellas iniciativas que garantizan los derechos humanos a plenitud, como el matrimonio igualitario y la despenalización del aborto, propuestas que se mantuvieron congeladas en la Comisión de Justicia, presidida por la panista Cristina Márquez Alcalá.
También, las manifestaciones sazonaron esta legislatura, una de las de mayor impacto, acompañada claro de un amparo que el Congreso se resistió a acatar; fue la de la comunidad de la diversidad sexual para exigir un presupuesto orientado a atender sus necesidades.
Se va la LXV Legislatura, pero serán 12 las y los diputados que de nueva cuenta asuman la diputación, será cuestión si en esta nueva etapa hay un cambio significativo o mantienen la misma línea que en los últimos tres años.
La presa de El Palote, diagnóstico sin soluciones
Luego de que desde el inicio de la temporada de lluvias se denunciara que el agua proveniente de la sierra de León no llegaba, al menos en los niveles que se esperaba, a la presa de El Palote, finalmente se presentaron los que se supondría son los resultados de las investigaciones realizadas por la Comisión Estatal del Agua, Implan, Desarrollo Rural, Protección Civil y Sapal.
A diferencia de lo esperado, una de las conclusiones fue que el volumen de lluvias fue muy deficiente y no logró el llenado de la presa.
No sólo eso, también se ha considerado que el cambio climático ha venido afectando a esa subcuenca, sin que se hayan establecido medidas de remediación.
Además, se reconoció la existencia de al menos 18 nuevos cuerpos de agua (entre bordos y represas), realizados por Desarrollo Rural, los que por cierto la Conagua los apunta como irregulares.
Esto es, a decir de las autoridades estatales y municipales, parece que el problema del llenado de la presa ha sido multifactorial, y tendrá que ser la Conagua quien determine las causas precisas y las responsabilidades -en caso de que las haya-.
A final de cuentas, todas las autoridades concurrentes en la rueda de prensa de ayer, citada para dar a conocer sus conclusiones sobre este problema, acabaron reconociendo que no son competentes, o que su competencia es muy limitada, y por ende sin la capacidad de solucionar un problema muy serio para las y los leoneses.
Dicho de otra manera, todas las autoridades olvidaron que su deber es dar soluciones, no solo detectar problemas, pues esos siempre los denuncia con mejor oportunidad la sociedad.