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viernes, marzo 29, 2024

La inseguridad mancha el turismo

Las vacaciones de Semana Santa eran un periodo sumamente esperado por hoteleros y prestadores servicios turísticos, pues después de arrancar el año con cifras de ocupación hasta 20% menores que en 2022, las vacaciones se veían como “un respiro” para el sector.

Sin embargo, llegaron los números: no fueron positivos. La ocupación otra vez fue menor a la del 2022; arrancaron apenas con un 35%, saltando un sólo día a 80 y estabilizándose en un promedio de 50%. Sorpresivamente, la explicación que dieron los hoteleros a medios esta vez cambia: reconocen que la percepción de inseguridad en el estado, les ha afectado.

Durante Semana Santa, a los hoteles les llegaron mensajes de huéspedes cancelando sus reservaciones, reconociendo sentir miedo por su seguridad. Los anfitriones tratan de convencerles de que la ciudad es segura, pero uno de los posibles clientes responde “¿cómo va a ser segura, si mataron al subsecretario?“,“¿Hay toques de queda?”, preguntaron otros.

A veces, al ser habitantes del estado nos acostumbramos poco a poco a los hechos violentos e insólitos que pasan en Guanajuato: el asesinato del segundo al mando en Seguridad en la capital, seis mujeres secuestradas en Celaya y ahora el enredo que resultó ser el secuestro de migrantes.

La inseguridad en Guanajuato ha sido un problema constante para todas las autoridades: locales, estatales y federales, y ha crecido a expensas de enfrentarlo tal y como es. Ahora el miedo de pasar por algunas calles no sólo es de los locales, ahora se extiende a los visitantes.

Optimismo respecto al fentanilo

“Podría haber subregistro de consumo de fentanilo en México”, es lo que ha dicho el subsecretario de Promoción a la Salud, Hugo López Gatell y asegura que aun así, las cifras no se comparan con el consumo que existe en Estados Unidos.

El fentanilo es la droga más consumida y temida en Estados Unidos…  y aquí en México, las autoridades “se paran el cuello” mientras presumen que su consumo no es popular… o es más, que ni han reportado un sólo adicto.

Esta última es la premisa en Guanajuato, donde autoridades como el secretario de Salud, Daniel Díaz Martínez y algunos Ayuntamientos como Celaya, Irapuato y Guanajuato Capital, aseguran que no hay ni un decomiso, ni una atención por fentanilo.

O pecan de optimismo, o de subregistro, como diría López Gatell; pues incluso el presidente de los Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB) ya advirtió que el fentanilo está siendo mezclado con cristal, para “enganchar” a los consumidores desde la primera vez.

Aunque no exista ni un sólo adicto al fentanilo en Guanajuato, las autoridades deberían estar atentas y apostar por la prevención.

Basta ver el problema de salud pública tan grande que ya hay por el consumo de cristal y observar la situación tan caótica que impera en Estados Unidos y que está dejando “zombies vivientes” por el consumo de opioides.

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