Cuatro perfiles ya se enfilaron para que, de entre ellos y ellas, surja quien representará a Morena para la elección estatal en 2024.
Son cuatro perfiles muy distintos: dos que han estado desde el principio con el Movimiento de Regeneración Nacional y otros dos que han “brillado” en otros partidos como el PRI y el PAN.
Una de ellas es Bárbara Botello Santibáñez, quien fue alcaldesa de León mientras militaba en el PRI, y que ayer por la tarde decidió ir a la zona de Las Joyas para arrancar el proceso interno.
Seguramente tanto ella como su equipo esperaban un buen apapacho de la ciudadanía, pero no ocurrió; por el contrario, hasta hubo algunas manifestaciones en su contra.
Aunque ella procuró consentir siempre al polígono de Las Joyas durante su gestión como alcaldesa, parece que el dicho de “cosechas lo que siembras”, en este caso no le dio el fruto político esperado.
El otro es Ricardo Sheffield Padilla, quien es un claro ejemplo de terquedad y que al igual que Botello Santibáñez, le tiene bastante rencor a Acción Nacional.
Pero bueno, el extitular de Profeco quiere valerse de esta exposición mediática a nivel nacional para poder sobresalir en Guanajuato, aunque se le olvida que aquí la población ya le ha dicho varias veces que “no”, ni como gobernador, ni para una segunda vuelta como alcalde de León.
Antares Vázquez y Ernesto Prieto son los otros dos perfiles enlistados. Ellos son fieles siervos de la 4T, pero por desgracia, ninguno de ellos tiene los reflectores ni la popularidad de sus otros dos contrincantes.
El estilo de Navarro
“A muchos podrá gustarles o no tu estilo, pero lo que no está a discusión son los resultados y cambios que hay en la capital”, dijo Diego Sinhue en la presentación del Segundo Informe de Gobierno de Alejandro Navarro, tras ejemplificar la personalidad del alcalde como la de “esos hijos muy inquietos, muy ocurrentes y que te dan cada sorpresa”.
Quién sabe si el gobernador esté del lado de los que les gusta su estilo, o de los que no; pero quizá sin querer apeló a reconocer que en el mismo Acción Nacional hay quienes no simpatizan con las decisiones y actitud del edil. Algunos incluso en el mismo Ayuntamiento capitalino.
Y es que la administración del alcalde se ha caracterizado más por esas “sorpresas” y “ocurrencias” y cómo resolverlas, que por cualquier planeación y resultado.
Este periodo 2022-2023 no fue la excepción:
El grave daño a las Momias de Guanajuato por su manipulación y exhibición en el Tianguis Turístico, la pistola “de juguete” que portó en la calle, el despido sin explicar de un hombre homosexual, el choque de la camioneta oficial del Contralor, el usar un menor de edad como promoción, el incendio en el basurero municipal, la “expropiación” del callejón del Beso y el reciente escándalo del Rancho ‘El Milagrito’.
Mucho del esfuerzo de la administración y del alcalde se fue en mal resolver problemas provocados por ellos mismos y por su incapacidad, desestimando pendientes importantes que no pudieron salir este año, como la tarifa del transporte y el PMUDOET.
El problema, en el caso de Navarro, no es tanto su estilo para gobernar, sino su incapacidad para hacerlo.