Hoy se celebra el Día de la Niñez y aunque se asocia con una jornada de gozo, apapacho y diversión; lo cierto es que en Guanajuato hay muchos niños y niñas que no tienen motivos para celebrar.
La violencia ha afectado de tal manera a la sociedad, que las infancias también son víctimas. En los últimos años, Guanajuato ocupó el primer lugar nacional en homicidios de menores de edad, y hay muchos otros casos en donde son víctimas de lesiones dolosas o son víctimas colaterales de la violencia.
El abandono, relacionado a la violencia, también es una consecuencia que afecta a las niñas y niños, ya sea porque alguno de los padres ha sido asesinado, desaparecido o sentenciado a prisión.
Estos pequeños quedan “al cuidado” de algún familiar cercano que no siempre quiere ni puede hacerse responsable, permitiendo así que se robustezca el círculo de la violencia y que en muchas ocasiones, los niños y niñas no tengan si quiera una alimentación suficiente ni un techo seguro para vivir.
Por desgracia, las autoridades están rebasadas en cuanto a número y problemática, pues ya ni la asistencia de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato es suficiente.
Mientras la violencia en Guanajuato no se reduzca de manera significativa y sostenida, se sigue corriendo el riesgo de que cada vez más niñas y niños se sumen a estados de indefensión.
Es un día para celebrar, pero también para hacer conciencia de la deuda que hay con las infancias.
Finalmente se reconoce un problema, pero…
Lorena Alfaro, la alcaldesa de Irapuato, reconoció el gran problema que representan las extorsiones en ese municipio.
Y es que según datos de Canirac, al menos la mitad de sus agremiados han sido afectados por este delito.
Alfaro admitió además la enorme desconfianza social que existe en Irapuato, ante la inseguridad.
Es cierto que lo primero que hay qué hacer para resolver un problema es reconocerlo, por lo que sin duda es un avance que se aborden estas circunstancias, pero eso no basta.
Hay algo no encaja en la manera en la que Lorena plantea enfrentar esta situación, pues ofrece dar atención al sector restaurantero, en tanto los generadores de violencia sean detenidos, y además, hacerlo con sensibilidad y diligencia, pero no propone una estrategia de prevención de los delitos, que es lo que está en el marco de su competencia municipal y lo que le reclama Canirac y los irapuatenses.
Si sólo hay que pedirle a los y las extorsionadas que denuncien y a la Fiscalía que los detenga, entonces Alfaro y el Ayuntamiento no han entendido qué es lo que les toca hacer.