Para el Partido Acción Nacional en Guanajuato se está volviendo común atacarse a sí mismo ante cualquier contexto de inseguridad que se registre en la entidad.
Tampoco es raro qué el partido blanquiazul aplauda a sus gobiernos municipales, aunque luego luego los acabe criticando.
Un ejemplo lo aportan las declaraciones de su dirigente Eduardo López Mares, sobre lo sucedido hace un par de días en León.
López Mares considera que hay que limpiar la corporación, lo que significa que entonces el gobierno de López Santillana no parece haber hecho su trabajo, y que heredó una Policía con graves problemas al gobierno de Alejandra Gutiérrez.
Así para el PAN en la entidad los esfuerzos en atención del crimen son excelentes, hasta que la realidad les dice otra cosa y no les queda más que reconocer que en el ámbito municipal, en municipios gobernados por sus colores, las cosas no han salido del todo bien.
Los señalamientos de López Mares, en defensa de que los elementos caídos murieron por hacer su trabajo, se caen rotundamente si se toma en cuenta la sangre que se ha derramado en la entidad, y porque si esto fuera cierto, las autoridades municipales realmente dotarían de equipamiento, de capacitación, y de seguridad a sus propios elementos, tema que incluso se ha reconocido que no ha sido suficiente para que cumplan con su deber.
Pareciera que el discurso de Acción Nacional es hacer que la ciudadanía se sienta tranquila de -según ellos- tener autoridades en Guanajuato que están atendiendo el problema que ha teminado con miles de vidas… pero solamente muestra la falta de eficiencia sí, del Gobierno Federal, pero también de todos los gobiernos
Elvira contradice a Mejía Barón
Aún después de 27 años, no hay mexicano que no se acuerde de los “cambios” que se guardó Miguel Mejía Barón, entrenador del TRI en el Mundial de Fútbol en Estados Unidos 94, y seguramente tampoco Elvira Paniagua Rodríguez, expresidenta municipal, porque ella sí, se gastó todo lo que tenía y no se guardó ni el cambio.
Mientras se pregonaba un Gobierno de austeridad ante la caída de recursos por la pandemia del coronavirus, la exalcaldesa no tuvo mayor reparo para gastarse más de 2 millones de pesos en apoyos, que dicho sea de paso, aún la actual administración revisa su transparencia.
La partida 44/11 para apoyos sociales que tiene el presidente municipal queda en manos de la Secretaría Particular, donde ingresan las peticiones para comprar desde una medicina, gastos funerarios u hospitalización, curiosamente, datos que tampoco quiso dar a conocer Omayra Morales en toda la pasada administración.
“Una agandalle”, palabras de Javier Mendoza, presidente municipal, cuando se enteró que la exalcaldesa se gastó todo el dinero para obra pública, qué dirá ahora que orilló a la Tesorería Municipal a realizar traspasos de partida porque no tenía un solo peso para la operación de su Secretaría Particular.
México terminó por perder en penales contra Bulgaria, pero cuando se trata del erario no gana Elvira Paniagua y pierde Javier Mendoza, los únicos afectados son los ciudadanos porque se trata de un recurso público (valga la redundancia) y el beneficio debe ser para la población.
