Algo pasó en quien mueve los hilos de Morena para mandar a Ricardo Sheffield de
candidato a la alcaldía de León.
Es obvio que Sheffield no hubiera renunciado a la Profeco cuatro meses después del plazo
que había marcado López Obrador, si no fuera por indicación del propio presidente.
AMLO habría esperado a que el PAN definiera la candidatura para el municipio que reúne
poco más de una cuarta parte de la población estatal, para entonces, y solo entonces
escoger candidato. Mientras tanto provocó que Marcelino Trejo y otros se hicieran
ilusiones y hasta empezaran sus precampañas. Su premio de consolación será aparecer en
la planilla del virtual candidato.
Ganar León puede representar para Sheffield incrementar sensiblemente sus posibilidades
para arrebatarle, dentro de tres años, la gubernatura al PAN; pero perder seguramente
representará una enorme disminución de su poder y su influencia en Morena y en el
presidente.
Puesto así, el ahora exprocurador del Consumidor se la juega a todo o nada.
León, al final del programa de vacunación
Ser el municipio con mayor número de contagios y fallecimientos COVID-19 no basta en la lógica del gobierno federal para incluirlo en los primeros lugares de la lista del programa de vacunación, bajo el pretexto de que la población es superior al número de dosis con que se cuenta.
Si realmente se quiere abatir la pandemia ¿no sería más fácil empezar por donde hay más contagios? Al parecer así no funciona la estrategia para los Servidores de la Nación, quienes decidieron dar prioridad a municipios con pocos habitantes y al final al corredor industrial.
A pesar que estos días trascendió que Celaya podría tener pronto una sorpresa en recibir la vacuna, León parece que no está ni cerca de lograrlo.
Ni el propio alcalde de León, Héctor López Santillana tiene conocimiento de cuándo, cómo y dónde se llevará a cabo la vacunación, a pesar que ha tenido reuniones con representantes del gobierno federal, quienes no le han concretado nada.
En tanto, ya dijo que ellos están listos con espacios abiertos y grandes para evitar aglomeraciones y disturbios, como el recinto ferial o el Parque Metropolitano de León.
Mientras llega o no llega la vacuna, aunque los casos activos han ido a la baja, la tasa de letalidad ya llegó a puntos álgidos con un 8.53 de fallecimientos por cada 100 casos positivos.
