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martes, abril 23, 2024

Alejandro Navarro no se da cuenta ni de lo que pasa enfrente

Una de las tantas cosas que ha caracterizado a la administración de la capital es su nulo compromiso por la salvaguarda del patrimonio monumental y paisajístico.

La ciudad declarada Zona de Monumentos Históricos por la federación y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, carece de un gobierno interesado en su protección.

Así lo han demostrado un buen número de acciones y de omisiones, como permitir el desarrollo del fraccionamiento La Cucursola, en plena sierra de Santa Rosa, la negativa a aprobar el plan de ordenamiento, El Arañazo, los permisos para usar las terrazas como antros… y ahora una estructura erigida en el inmueble que está frente a Presidencia Municipal, visible desde el despacho del alcalde o desde el salón de Cabildo.

Ante la omisión municipal tuvo que ser nuevamente la federación, a través del INAH, la que interviniera y suspendiera la obra.

No cabe duda que la capital está en graves problemas, pues quien debe preservarla y protegerla no es capaz de ver ni lo que pasa enfrente.

La oportunidad de lo organismos “autónomos”

Los colectivos de búsqueda urgieron la participación de organismos internacionales, específicamente de antropología forense, para que se sumen a la tarea de localización de las centenas de personas reportadas como desaparecidas.

La petición fue hecha en una reunión con 3 de los organismos estatales más vinculados al tema: la Comisión Estatal de Búsqueda, la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas, así como de la Procuraduría de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato.

Las tres con un supuesto alto nivel de independencia hacia los otros poderes e incluso con autonomía constitucional, lo cual evidentemente no ha sido suficiente para ganarse la confianza de los colectivos, que con mucho han rebasado el trabajo de tales instancias.

El tema no es menor, sobre todo cuando desde la Presidencia de la República se cuestiona qué hacen los organismos autónomos y cuanto nos cuestan.

Así que puede ser que tales organismos estén ante una última oportunidad para ganarse la confianza de los ciudadanos.

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