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martes, abril 23, 2024

Arranque problemático del Insabi en Guanajuato

Las intenciones de lograr una cobertura total de salud en México se han convertido en un lastre para modificar los esquemas de atención que hay en los estados. Si bien es cierto, hay algunas entidades que tienen sistemas obsoletos, con años de rezago y una población que no tiene garantizado el derecho a la salud, hay otros como en Guanajuato, donde se ha logrado impulsar una cobertura, sino total, sí capaz de otorgarla.

Con esto no podemos dejar de lado los señalamientos de corrupción que subsisten detrás de la compra de medicamentos y material de curación, que Guanajuato arrastra el sexenio de Miguel Márquez. Sospechas que se volvieron motivaciones para la incursión del nuevo esquema federal.

En ese panorama se impulsó la reestructuración para la entrada en funciones del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi).

Los primeros días de este nuevo esquema federal de salud, han sido muy problemáticos para los centros que ya estaban estructurados, distribuidos y funcionales en Guanajuato. Pues de tener un esquema donde el medicamento y el material de curación estaban casi garantizados con los recursos estatales, ahora están arraigados a los tiempos federales.

Así se pudo constatar en diferentes centros de salud o unidades médicas distribuidas en la ciudad de León, una localidad que por su tamaño y población, se ufana de no carecer de estos servicios.

Se puede argumentar que hay una curva de aprendizaje en la entrada en vigor del Insabi, la cuestión es no puede prolongarse. Los servicios de salud que ya tenían cierta regularidad no pueden interrumpirse más allá del mes de enero.

Al margen de los tiempos legales, hay pacientes que atender.

PRI, ¿más hundido?

Desde hace varios años que el PRI en Guanajuato está ‘hundido’, los pocos liderazgos evidentes que se alzaban hace algunos años, como Gerardo Sánchez, Bárbara Botello, Yulma Rocha, Francisco Arroyo o Miguel Ángel Chico, ya no figuran, incluso este último ahora es una figura de Morena.

La elección de 2018, en la que la candidatura a gobernador que encabezaba Gerardo Sánchez obtuvo menos votos que la de Ricardo Sheffield, que representaba a Morena; confirmaron que el PRI ya estaba más que devaluado.

El PRI está tan consciente de que tienen poca fuerza en Guanajuato, que hasta se animan a reconocer que el escenario podría ser peor, si es que la militancia sigue fracturándose y no se compromete por los intereses del partido por encima de los intereses de grupo.

Vienen elecciones internas en los municipios, y es probable que esto pueda debilitar todavía más a los del Revolucionario Institucional.

La pregunta es, ¿qué tan negativo pintará el panorama para el PRI en el 2021?

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