Tal parece que la alcaldesa de Salamanca, Beatriz Hernández Cruz, tiene una dinámica en la cual acumula auditorías en lugar de irlas resolviendo.
Desde el primer año de su administración, la alcaldesa que llegó al poder impulsada por Morena, comenzó con las compras y contrataciones a nivel discrecional. Esto derivó en una avalancha de auditorías para el cierre de 2019 y pretenden poner en claro cuál ha sido su tónica en el uso de los recursos públicos a su cargo
El problema es que se trata de la alcaldía más importante gobernada por la oposición es decir, Morena tiene en Salamanca su principal bastión de la mano de Beatriz Hernández. Si estas auditorías, salen en sentido negativo o se comprueban ilícitos, el golpe automáticamente recaerá en Morena.
Ya estamos en 2020 y ahora se esperan los resultados de estas revisiones, en casos donde la evidente contratación discrecional, además de los nexos con una empresa proveedora en Hidalgo, quedaron de manifiesto con compras a gran escala que lo mismo abarcan artículos de oficina, computación, luminarias para el alumbrado público y hasta camionetas blindadas.
Sin duda alguna, el primer semestre de este año será intenso para Beatriz Hernández, en cuanto a los resultados de auditoría. Aún hay mucho por esperar.
Cosas buenas que parecen malas
Margarita Rionda, regidora del PAN en Guanajuato, cometió varias imprudencias en un acto que pudo ser únicamente de “buena fe”.
A la regidora se le ocurrió ir a hacer entregas de despensas y cobijas a la zona de Santa Rosa y de paso pedirles a los habitantes que “echen la mano” al municipio y que recuerden que tanto ella como el alcalde, Alejandro Navarro pertenecen a Acción Nacional.
Se aventó un discurso político en una entrega de ayuda social que se compra con recurso municipal, y que por tanto, no debería tener partido.
Pero además, se mete en la zona de Santa Rosa que es justo ahora un territorio “en conflicto de intereses”, pues se pretende realizar ahí el fraccionamiento La Cucursola, que estaría utilizando agua de la presa El Peralillo, para abastecer una zona residencial en donde tiene inversión el legislador panista, Sergio Fernando Ascencio y que podría dejar sin agua a varias comunidades aledañas.
Puede que Rionda haya hecho una buena acción que se mal interpretó o puede también, como lo señalan habitantes de Santa Rosa, que pretenda obtener algún beneficio de ese apoyo social.
