Alrededor de 5 mil taxistas de todo el estado se manifestaron bloqueando dos carriles y, momentáneamente, los 3 que comprenden en bulevar Aeropuerto, la principal vía para llegar desde Silao hasta León.
Para ser realistas, los taxistas han perdido clientes debido a que las plataformas de servicio ejecutivo ofrecen mayor calidad, limpieza, puntualidad y seguridad. Las condiciones que Uber, Didi, Cabify, entre otros, requieren para poder operar, implican una atención adecuada a los usuarios… cosa que no hacen los llamados ‘taxis verdes’.
La libre competencia es un término que los ‘taxistas verdes’ deberían entender, y en lugar de dedicarse a bloquear vialidades o exigir a la autoridad que sancione a quienes brindan servicio a través de plataformas, deberían estar buscando cómo mejorar el servicio, cómo hacer que los clientes se sientan cómodos, seguros y los prefieran a ellos por encima de otros.
Es imposible frenar a las grandes plataformas, no sólo se trata de transportar gente, existen otros servicios innovadores como Uber Eats, las compras en línea que permiten que hagas el súper desde una app en tu celular, y mil aplicaciones que facilitan la vida de las personas.
Si los ‘taxis verdes’ querían ganar simpatía bloqueando una vialidad importante, parece que el movimiento los resultará negativo, pues se vuelven incómodos para los ciudadanos y también para las autoridades.
Esperan que se ahogue el niño para tapar el pozo
La proliferación de terrazas que funcionan como bares en la capital del estado parece no importar al gobierno de Alejandro Navarro Saldaña, y mucho menos aquellas que operan sin los permisos municipales y sin el aval del INAH.
La semana pasada el director de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, Juan Carlos Delgado Zárate reconoció y reveló que hay, al menos, 18 terrazas que representan un riesgo para los clientes, pues fue acondicionado y modificado un nivel más sin la supervisión ni autorización de ninguna autoridad. Dijo que está situación preocupa mucho al gobierno por el peligro en que se encuentran.
Vaya que se nota que sí le preocupa, tanto que la revisión a terrazas irregulares las dejará hasta que pase el Festival Internacional Cervantino, sin importar que la integridad de las personas que buscan la vida nocturna esté en riesgo.
A Zárate lo que sí le preocupa es no afectar a los intereses de los propietarios de esos negocios, “porque los empresarios están asociados y en diversos momentos han pedido que estas revisiones no se hagan cuando les afecte”, declaró ayer.
Zárate nos recuerda, al exdirector de la desaparecida Dirección de Desarrollo Urbano, Carlos Morril, quien parecía trabajar para los intereses de particulares y no del gobierno y menos de los ciudadanos. Permitió la proliferación de antenas irregulares, y luego para taparle el ojo al macho, en vez de actuar apostaba a la buena voluntad, con resultados de solo buena voluntad.
Ojalá que durante la llamada “fiesta del espíritu” no pase un incidente lamentable en alguna de estas terrazas, sino, como es costumbre, la dirección de Juan Carlos Delgado después de ahogado el niño, va a querer tapar el pozo. Así es el gobierno municipal lleno de negligencia y otras cosas más.
