- Publicidad -
sábado, abril 19, 2025

Otra vez Brisas del Campestre

Brisas del Campestre se mantiene como el epicentro de la violencia en León.

No solo encabeza la lista de homicidios, sino que se ha convertido en un punto crítico de reclutamiento forzado.

¿Qué está pasando? ¿el gobierno municipal ha fallado en su estrategia?

Mayra Legaspi Tristán, del Observatorio Ciudadano de León, y Fabrizio Lorusso, de la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, coinciden en que esta colonia se ha convertido en cultivo para la delincuencia debido a su segregación geográfica y falta de atención gubernamental.

No se trata solo de una zona con altos índices de violencia. Estos es, la delincuencia es multifactorial y no se solucionará con más rondines y vigilancia. Brisas es un territorio donde la falta de oportunidades empuja a la delincuencia como única salida.

Es por eso que insistimos en que no basta solo operativos en el lugar para inhibir el crimen; se requiere una estrategia integral que combine seguridad, educación y desarrollo social.

Brisas de Campestre no puede seguir siendo el foco de inseguridad de León, sino un ejemplo del compromiso de las autoridades por defender la dignidad humana y la muestra de que las políticas públicas deben de funcionar. 

Las trabas del IMAIM

Con el quizás nuevo, pero no muy novedoso Instituto Municipal de la Mujer en la capital — y es que ya antes el municipio había tenido un Instituto—, viene por obligación la conformación de un Consejo Directivo, que en teoría, dirige las acciones de esta paramunicipal.

Se trata de un mecanismo que afortunadamente abre la puerta a que haya integrantes de la sociedad civil, y que éstas balanceen un poco el actuar gubernamental en temas importantes, como lo son los derechos de las mujeres.

Para Guanajuato capital, no es un tema menor, pues es uno de los municipios señalados en la Alerta de Género del estado.

Sin embargo, algo raro pasa en la función pública, que la mayoría de las veces se logran corromper esos espacios destinados para la sociedad civil, para que queden personas afines, o cuando menos amables con el Gobierno en el poder y con esto, nunca se logre el balance deseado, que viene necesariamente de recibir comentarios críticos y sustentados.

Parece que esto puede replicarse en el Consejo Directivo del nuevo Instituto de la Mujer en la capital, que pese a tener la intención de ser un organismo “autónomo”, lo preside la alcaldesa. Y que pese a buscar políticas en favor de las mujeres, no parece que vaya a ser integrado por ninguna mujer conocida por su activismo feminista.

Y es que uno de los requisitos que se establecen, es que solo puedan inscribirse mujeres respaldadas por alguna organización de la sociedad civil, lo que cierra la puerta a las voces que vienen del activismo independiente, que son básicamente la mayoría de las colectivas feministas, y que podrían aportar muchísimo en políticas públicas a favor de los derechos humanos de las mujeres.

La “traba” a estas voces parece que viene desde los cimientos del Instituto, que cada vez luce más como una fachada para decir que “sí se cumplió” con la Alerta de Género.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO