La inseguridad en Celaya no da tregua. Durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, fueron asesinados 10 adultos y un menor de edad, en varios hechos violentos.
Este municipio, al igual que Villagrán, podrían ser considerados como dos de los más peligrosos en Guanajuato debido a la presencia del grupo delincuencia encabezado por José Antonio Yépez, mejor conocido como “El Marro”.
Las autoridades, de los tres niveles, no han podido coordinarse de manera efectiva para calmar el clima violento de esta zona. Y aunque la federación ya haya enviado a más de 200 elementos a Celaya, y el estado refuerza con otros tantos, la inseguridad parece estar a la vuelta de la esquina.
A nivel municipal, la situación tiene contra las cuerdas a la alcaldesa Elvira Paniagua, pues un grupo de ciudadanos solicitó la revocación de su mandato, sin que el Congreso concediera iniciar con este procedimiento. Siendo sinceros, la responsabilidad en materia de seguridad, no es únicamente de ella.
Más allá de quién o quiénes sean los responsables, los celayenses son quienes pagan la factura, todas esas familias que han sido víctimas de algún delito o que se volvieron deudos de alguien asesinado de manera colateral.
La seguridad: un reto para generar viviendas
Los desarrolladores de la vivienda en la entidad tuvieron buenas noticias antes que de acabara el año: la administración estatal dará un subsidio de 100 millones de pesos a los trabajadores que ganen el mínimo.
Con ello se podrá reactivar la vivienda de interés social, misma que tuvo una decremento, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), de más del 40 por ciento en el 2019 por la falta de apoyo Federal.
Sin embargo, el sector se enfrenta a otros retos: la inseguridad.
Con el subsidio del Estado, las administraciones municipales deben fortalecer las acciones de seguridad para garantizar el desarrollo de nueva vivienda, pues ahora la Canadevi tiene identificados los puntos de en donde sí y en donde no construir las casas de interés social.
Lo cierto es que es necesario detonar la economía, generar condiciones para que los trabajadores puedan alcanzar un crédito de viviendas y es imperante que se la seguridad prevalezca, de lo contrario aquellas zonas que son focos rojos podrían no alcanzar el desarrollo digno para sus habitantes.
