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jueves, abril 25, 2024

Centro Histórico de León: el tiro de gracia

La ocupación hospitalaria en León llegó a su punto de crisis. La inversión estatal y municipal para contenerla tiene un límite que está cerca de alcanzarse, luego de dos meses donde la tasa de contagios de COVID-19 se elevó hasta obligar a nuevas medidas de prevención.

Aunque se buscó evadir la cuarentena o, mínimamente, la suspensión de actividades económicas, la verdad es que no se puedo evitar la escalada y finalmente el alcalde Héctor López Santillana anunció el recrudecimiento de restricciones para el comercio local, de por si ya golpeado, así como el incremento de unidades del transporte público.

La noticia no pudo caer en peor momento, desde el punto de vista económico, pues en términos sanitarios se haya más que justificada. La molestia de los empresarios del Centro Histórico no se hizo esperar. Estos tienen desde el inicio de la pandemia solicitando audiencias y entendimiento con el gobierno municipal, para mediar entre la causa de salud pública y la necesidad de económica.

Es por lo anterior que, al sentirse ignorados y luego apenas considerados en la reapertura, una nueva restricción a sus negocios, que parte desde el cierre de las zonas peatonales, prácticamente se convierte en el ‘tiro de gracia’ para muchos locatarios que ya se encontraban, literalmente, en la últimas.

¿Cuánto durará esta situación? Nadie lo sabe. Los contagios siguen incrementándose con un índice de cuatro casos positivos por cada diez pruebas realizadas, una tendencia que particularmente marca la ciudad de León, con millón 800 mil habitantes; una tendencia que persigue todo el estado.

Quizá el problema más grave no sea el de la propia cuarentena, sino la falta de expectativas y respuestas para salvaguardar la economía local. No hay al momento un solo programa o estrategia que fortalezca este sector empresarial, integrado principalmente por pequeñas y medianas empresas. El desamparo, es una de las mayores quejas.

A estas alturas, la importancia de las medidas de prevención, la credibilidad en la pandemia y las opiniones expertas, son ya parte del imaginario colectivo. Tal vez valdría la pena revalorar todo ello, en cada toma de decisión.

¿Y el alcalde? …En Cozumel

Cuando parece que no hay nada peor, el alcalde de Guanajuato capital, Alejandro Navarro Saldaña lo vuelve a hacer.

Una vez más, Navarro se ganó los reflectores al realizar otro viaje de descanso a la playa de Cozumel, similar al que hizo por ahí de junio del 2020, cuando Guanajuato se encontraba en pleno pico de contagios de COVID-19.

El ya popular, y no por su desempeño como presidente municipal de la capital guanajuatense, Alejandro Navarro fue exhibido en redes sociales por un viaje de cinco días a alguna playa junto a su familia, cuando Guanajuato se encuentra en semáforo rojo, y con los hospitales casi llegando a su máxima capacidad.

Fue su propia esposa, la presidenta del Sistema DIF Municipal, Samantha Smith, quién exhibió lo mucho que disfruta del sol y el mar, sin importar el discurso de cuidarse a sí mismos para cuidar a los demás, que ella y su esposo han pregonado a lo largo de la pandemia.

Sin duda, ese mensaje no ha sido nada más que eso, un mero discurso. El alcalde capitalino se ha empeñado una y otra vez en evidenciar su incongruencia al no acatar la recomendación del quédate en casa y reducir la movilidad, que él también implementa en el municipio.

Los cibernautas no tardaron en evidenciar a los funcionarios públicos por haberse ido a vacacionar en uno de los momentos más álgidos de la pandemia.

En los últimos días, las autoridades en materia de Salud han alertado por la saturación que se comienza a registrar en los hospitales que atienden pacientes COVID-19 tras el aumento de contagios, incluso de la gran demanda de oxígeno.

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