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jueves, abril 25, 2024

Cinco horas de balazos y dudas

El enfrentamiento ocurrido la media noche del lunes y madrugada del martes en la Barranca de Venaderos de la ciudad de León, además de tres elementos oficiales de Policía Municipal y uno de Guardia Nacional heridos, un civil muerto y tres civiles detenidos, así como dos menores en resguardo del Sistema Desarrollo Integral para la Familia (DIF), dejó también varias dudas y huecos a la hora de explicar cómo se montó la operatividad oficial.

Las versiones oficiales estiman un número redondo de cinco horas de enfrentamiento armado entre los civiles atrincherados en viviendas de la zona y los elementos de Guardia Nacional y Policía Municipal, no se sabe cuantos de un lado y cuántos del otro, pero fueron cinco horas de disparos cruzados.

¿Qué cantidad de armas o municiones se requieren para hacerle frente a 80 elementos de la institución de seguridad civil más pertrechada del país, la Guardia Nacional? que estaría sólo por debajo de las fuerzas armadas en armamento, esa es quizá la duda más preocupante ¿Cuál es la capacidad de respuesta de los grupos criminales, asentados en León, como para resistir un enfrentamiento de cinco horas?

La información que se vertió a cuenta gotas y ante la insistencia de periodistas y medios de comunicación fue por demás incompleta e incluso contradictoria desde las diferentes instituciones de Seguridad Municipal y Federal.

Por la línea federal se informó que se realizaba el operativo “Centella”, sin especificar qué tipo de operativo es, ni cuál es su finalidad, pero por el nombre pareciera una intervención muy veloz, solo ellos saben a qué se refieren; que se contaba con la participación de elementos federales, Guardia Nacional y Policía Municipal (no así elementos estatales).

Como en la mayoría de los enfrentamientos de últimos meses la mecánica que se explica se limita a señalar que sin razón aparente les dispararon desde un domicilio y entonces respondieron la agresión desatándose el tiroteo.

Eso lleva a la siguiente duda, ¿su paso por la calle del Esparto fue casualidad, o había ya una intención de intervenir alguna de las viviendas?, ¿era un operativo dirigido o de rutina?, ¿los disparos de los civiles fueron sin motivo o fue una agresión ante la intervención oficial?, esto tampoco se sabe, tampoco se explicó por parte de las autoridades.

Y es que parece que ninguna de las instituciones “responsables”, así, entrecomillado porque parece que no quisieran serlo, quiere ser la que da la cara en estos casos, y mientras la federal informa que había un operativo coordinado con elementos municipales, tanto así que hay tres lesionados, el secretario de Seguridad de León, asegura que la Guardia Nacional no avisó del operativo “Ellos tienen sus protocolos y no es necesario que nos avisen”, fueron las palabras.

El funcionario leonés aseguró que la Policía Municipal intervino hasta que se enteraron que había compañeros heridos, es decir sí había elementos de Policía en el operativo ¿Entonces cómo que no sabía del operativo? ¿O sea que no sabía donde estaban sus elementos? ¿Esos elementos no se reportan a sus superiores? ¿o cómo funciona?

Y esto nos lleva a mas preguntas ¿En verdad no sabían del operativo o será que más allá de falta de coordinación hay un rechazo manifiesto a ser la institución que lleva la batuta ante este tipo de hechos? ¿Nadie quiere ser el primer respondiente? Pareciera que lo que hacen las instituciones “responsables” de la seguridad es cubrirse sus propias espaldas y rascarse cada quién con sus uñas, para salir lo menos raspados posible.

Ojalá pronto se recuperen los oficiales que resultaron heridos y los detenidos no salgan pasado mañana de prisión y ojalá la sociedad dispongamos de más y mejor información sobre lo sucedido.

El ISSEG sale al quite

Ante la baja de los recursos federales que se recibían, el estado ha decidido hacer uso de todas las maneras de financiamiento posibles.

Para algunos de ellos se ha anunciado que se contará con recursos privados, ante la disposición de cámaras empresariales dispuestas a entrarle.

Uno de los proyectos ha sido la búsqueda de financiamiento para la carretera Silao-San Miguel de Allende, en la que se invertirían una parte de los fondos de pensiones que maneja el Instituto de Seguridad Social del Estado.

Ahora ha surgido la posibilidad de que el ISSEG integre una arrendadora, para que a través de ella se adquieran vehículos y maquinaria, no sólo para gobierno.

Una de las ventajas será la supervisión de Transparencia Mexicana.

La apuesta no deja de ser delicada, por el origen de los recursos, habrá que esperar que estos nuevos esquemas de financiamiento y de hacer trabajar el dinero funcionen, no sólo en beneficio del proyecto, sino de los recursos públicos comprometidos en él.

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