Los colectivos de búsqueda en Guanajuato nuevamente evidenciaron lo que parece el poco interés de las autoridades en trabajar en la localización cuerpos de desaparecidos.
Los hallazgos prácticamente fueron olvidados en la zona de búsqueda, solo una cinta perimetral daba indicios de que la autoridad estuvo presente, pero nada de vigilancia.
Los colectivos no están nada contentos con los trabajos de la Fiscalía y de la Comisión de Búsqueda Estatal. No confían en ellos y no es nada nuevo.
Tras la búsqueda de ayer en Irapuato, los colectivos sospechan que hay más cuerpos… las autoridades deberían de escucharlos pues la mayoría de los hallazgos han sido por ellos.
El olvido de de ayer por parte de la FGE podría traer consecuencias, dado que se puede comprometer el terreno y se entorpecerían las investigaciones.
Los colectivos están conscientes de la falta de acciones por parte de las autoridades, y ahora exigen que los trabajos de búsqueda se expandan a anexos y cárceles, para dar con los desaparecidos. ¿Serán tomados en cuenta?
El hecho es que los colectivos han demostrado que con o sin las comisiones han logrado encontrar más cuerpos de desaparecidos que ellos, y han puesto a Guanajuato en el mapa nacional en esta materia.
Es necesario. Urgente que en Guanajuato las comisiones de búsqueda den resultados, y que brinden la confianza y herramientas que los colectivos necesitan para dar con los miles de personas que han desaparecido.
Un pico tras otro
En las últimas semanas de diciembre, la curva de contagios por COVID-19 se incrementó de manera exponencial en Guanajuato y casi dos meses después, no se ha logrado una verdadera reducción en los casos.
Este era un escenario que se veía venir. Las autoridades de salud lo advirtieron: las reuniones decembrinas provocarían contagios que pondrían en riesgo la operatividad de los hospitales. Muchas personas prefirieron ignorar el riesgo y salir a posadas, cenas familiares y reuniones que se realizaron entre abrazos e intercambios… de virus.
Todavía no se estabiliza la curva y ya se puede apreciar un nuevo pico, pues se acerca la Semana Santa.
Esta temporada es especial para los fieles católicos e involucra ceremonias de gran concentración de personas: Miércoles de Ceniza, Domingo de Ramos, los Viacrucis, el Domingo de Resurrección.
Las autoridades católicas han hecho el llamado a los fieles para que atiendan estas celebraciones desde casa. Aquí será importante un trabajo responsable entre las distintas Arquidiócesis, las autoridades y los creyentes.
Pero no sólo involucra ceremonias religiosas. Semana Santa también es símbolo de intensa movilidad social por vacaciones, días de asueto, convivencias, ciudades turísticas abarrotadas.
Ojalá la experiencia de estas semanas de diciembre y enero sirvan de ejemplo sobre los riesgos que conllevan las ‘reunioncitas’ que derivan en contagios, hospitales a punto de saturarse y gente sufriendo por un tanque de oxígeno.
