El contralor de Salamanca, Miguel Cordero Saucedo, se animó a denunciar estar siendo víctima de intimidación por parte de la alcaldesa Beatriz Hernández. El motivo: investigarla por la asignación de un contrato millonario a la empresa Soluciones Móviles Hidalgo, un tema que a todas luces merece ser investigado.
Para nadie es un secreto que con frecuencia, las contralorías municipales son organismos que buscan proteger a las administraciones para las que trabajan y que se la pasan persiguiendo presuntos actos de corrupción de las gobiernos pasados.
En esta ocasión, el contralor actuó conforme a lo que sus funciones le demandan, e inició una investigación -tal vez un poco tardía, pero investigación al fin- a la administración de Beatriz Hernández. Esto le ha costado hostigamiento, intimidación y hasta el robo de los documentos que requiere para poder seguir el tema.
De ser ciertas estas acusaciones contra Beatriz Hernández, sería un caso gravísimo y que sin duda debe ser sancionado.
Las contralorías municipales deben ser contrapesos y no tapaderas.
Toyota da un voto de confianza
Los directivos de Toyota aseguran estar enterados de la situación de violencia que se vive en Guanajuato, y que obviamente se detonó posterior a que se decidieran por invertir en Apaseo el Grande. La situación parece no preocuparles demasiado pues señalan que hay excelente comunicación y coordinación con las autoridades estatales y federales.
¡Qué bueno! Esa es una buena señal, porque puede abrir la puerta para nuevas inversiones y porque da certeza de que la inseguridad no ahuyenta a los inversionistas.
Tal vez sea poco probable que puedan darse ataques a las instalaciones de la armadora japonesa, pero ciertamente hay un clima de violencia vigente en Apaseo el Grande. Apenas unas horas después de la inauguración de Toyota, ejecutaron a una persona en ese municipio.
Ojalá que los trabajadores que ahora se incorporan a Toyota tampoco vayan a ser víctimas de ningún ilícito, pues aquí sí puede existir la posibilidad que puedan ser asaltados mientras esperan el transporte para ir a la planta.
Habrá que confiar en esta buena relación entre autoridades y los industriales japoneses, y que esto dé certeza para el crecimiento económico de Guanajuato.
