Marco Antonio Reyes de 23 años de edad, se debate entre la vida y la muerte por una golpiza que presuntamente recibió a causa de no pagar una extorsión de 2 mil pesos por su libertad, pero no, no estaba secuestrado por criminales, estaba detenido por policías federales, que al no lograr la extorsión lo entregaron a policías municipales, después no se supo más hasta que apareció en el recién estrenado Hospital Regional de León, con quemaduras en la espalda baja, moretones en extremidades y lesiones en el tórax. Todo esto, según relató su madre a medios de comunicación.
La madre promovió una denuncia ante la Procuraduría de los Derechos Humanos en el Estado de Guanajuato, e hizo lo mismo en la Dirección de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de León, con la certeza de que su hijo fue objeto de un abuso policías como los que ante la PDHEG colocan a la Policía de León como la más denunciada por abusos.
La cuestión crítica y preocupante viene cuando el tema se hace viral en redes y los medios de comunicación comienzan a cuestionar a las autoridades, y es la Secretaría de Salud de Guanajuato la que mete las manos al por la Policía más denunciada del estado.
Lo hace de forma muy burda y torpe, argumentando que las heridas y lesiones son causadas por una insuficiencia renal que padece el joven, presuntamente a causa del consumo de metanfetaminas. ¿En serio? ¿Moretones en extremidades y lesiones en el tórax por una insuficiencia renal?.
Triste y lamentable que se pudiera recurrir al prestigio y credibilidad del que una institución goza, para encubrir a otra en la que al menor escudriño corren las cucarachas despavoridas.
¿Prieto y Alcaraz no son enemigos?
Ahora resulta que en Morena no hay conflictos internos pese a los múltiples señalamientos que se han hecho entre sus militantes como el diputado local Ernesto Prieto y la diligente estatal Alma Alcaraz.
Apenas la semana pasada, Prieto Gallardo acusó a Alma Alcaraz de ejercer violencia política contra él, a lo que esta última dijo que eran niñerías.
Sin embargo, para la dirigente estatal esto no quiere decir que exista un conflicto entre ellos por lo que hasta dice que: “no son enemigos”.
También hay que decir qué Alma Alcaraz no se presentó a un evento de la militancia de Morena donde entre otras cosas se buscaría la unidad para buscar derrotar al PAN en el estado, lo que exhibió la falta de voluntad para dicha unidad.
Lo que nos queda claro es que por más que se asegure que Morena no tiene conflictos internos, es evidente que sí los hay y aunque según ellos no es obstáculo para su tan anhelado sueño de ser la principal fuerza política, en un futuro si podría serlo.
