A 17 meses de haberse anunciado la estrategia denominada ‘Golpe de Timón’ pareció haber cumplido uno de sus principales objetivos: la detención de José Antonio Yépez, alías ‘El Marro’ y con ello, la debilitación del cártel de Santa Rosa de Lima.
El Gobierno del Estado le dijo ‘adiós’ al Golpe de Timón y le dio la bienvenida a ‘Guanajuato Seguro’, la estrategia nueva que estará aplicándose desde ahora, ya con ‘El Marro’ en prisión y el aparente control de la comunidad de Santa Rosa de Lima.
Es una buena apuesta del Gobierno Estatal, sin embargo los pormenores de ‘Guanajuato Seguro’ o los objetivos específicos a seguir con esta estrategia no han sido dados a conocer, y tampoco se sabe con exactitud si seguirán o no parte de los acuerdos anunciados con el ‘Golpe de Timón’ y que trajeron aportes benéficos como el fortalecimiento de los cuerpos de policía municipales.
Aunque la detención de ‘El Marro’ ha traído beneficios, ya incluso reconocidos por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, como la disminución de los homicidios en Guanajuato, que por muchos meses se mantuvo en el primer lugar a nivel nacional.
Si ‘Golpe de Timón’ logró resultados positivos con un escenario que parecía mucho más complicado que el que hay ahora, ojalá que ‘Guanajuato Seguro’ incluso traiga resultados mejores.
Funerarias irregulares, el lucro por el luto
La incredulidad sobre las características del COVID-19 encontraron un hueco preocupante. Los servicios funerarios comenzaron a ser requeridos, pese al comportamiento insospechado de un virus que sigue activo entre las personas.
La medidas se han ido estandarizando, pero sobre todo, adaptándose a la nueva evidencia que se ha obtenido en ocho meses de investigación. Así fue con los servicios funerarios.
Por religiosidad o la costumbre, se han aferrado a los funerales tradicionales con cuerpo presente. Una práctica que debió ser modificada para las víctimas del coronavirus, pues no se puede concentrar gente en un espacio cerrado, ni se puede tener contacto con el cadáver.
La Asociación de Funerarios de León fue clara. Solo quedarían dos métodos para despedir a quienes perdieron la batalla contra el COVID-19; es el uso de tumbas con cerrado hermético, lo cual es caro, y la cremación, que desafortunadamente aun es rechazada por varios sectores de la sociedad.
Es en ese contexto que surgen las prácticas irregulares. Funerarias improvisadas en cocheras o bodegas, casas particulares o patios. Sus vendedores acuden literalmente a cazar a los deudos de las víctimas del COVID-19 para engañarlos y ofrecer funerales tradicionales.
“No es cierto, no pasa nada” o “nosotros sí le hacemos el servicio como usted quiere”, son algunas de las frases de convencimiento.
Con estas prácticas se desvelan también otras áreas de necesidad, donde es imprescindible la intervención de la autoridad para regular estos negocios, cuya operación no es nueva pero se ha visibilizado con la pandemia.
