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viernes, marzo 21, 2025

¿De quién es la responsabilidad?

Carlos Zamarripa Aguirre y Alvar Cabeza de Vaca, fueron considerados durante mucho tiempo como el “dúo dinámico” de la seguridad en Guanajuato. Salían en conjunto a dar ruedas de prensa y declaraciones en donde uno respaldaba al otro.

Con Libia Dennise a un paso de ser la titular del Gobierno Estatal, se hace imposible que estos dos puedan conservar sus puestos. Es por eso que Zamarripa se jubilará con una pensión que ha sido controversial y Alvar se retirará de un cargo que ha ocupado durante 12 años.

Recientemente, Zamarripa se sacudió las responsabilidades de la inseguridad en Guanajuato, al señalar que la FGE interviene sólo cuando ya se cometieron delitos, por lo que las tareas de prevención, no tienen nada que ver con el organismo a su cargo. Y así, le dejó su buena dosis de responsabilidad a Alvar y a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

Alvar no se tardó nadita en responderle y también sacudirse la responsabilidad, al asegurar que la tarea de prevención no puede ser sólo de la policía estatal sino de los tres órdenes de gobierno. Pero eso sí, dijo claramente que si hubiera mejor coordinación entre policías municipales y Guardia Nacional, se evitarían los delitos.

¿Y dónde queda la responsabilidad de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado?

Estas declaraciones sólo son para ‘echarse la bolita’, sin que ninguno de los dos admita la responsabilidad de lo que les toca y acepte que se irán pero dejando cifras de inseguridad e impunidad nunca antes vistas en Guanajuato.

Deudas de Zamarripa

La reciente modificación al reglamento de la Fiscalía General del Estado (FGE) que le permitirán pensionarse de una manera más que onerosa y la asignación de su esposa a una magistratura, pareció haberle asegurado el futuro a Carlos Zamarripa Aguirre, quien compareció ante los legisladores locales, y cuyas respuestas a los diputados de oposición, se limitaron a un lenguaje legaloide, sin llegar a nada.  

Carlos Zamarripa estaba molesto, su poder le permite y le ha permitido darse ese lujo, y como siempre, justificó que su labor no correspondía a la prevención, sino al esclarecimiento de los hechos ya consumados, lo que habrá señalar tampoco hizo, de lo contrario habría verdaderos culpables en prisión, y eso también es prevención, en el sentido más amplio de la palabra o término.

Sin embargo, y pese a la impunidad en la que deja a las víctimas de homicidios dolosos y la desaparición debido a las malas investigaciones, dicho, y testificado por familiares que han sido blanco de la violencia en Guanajuato, todavía se atrevió a considerar como ‘probables’ los múltiples errores que humildemente aceptaría por lo que en pocas palabras asume como un error humano. 

No, Carlos Zamarripa no se iría como llegó, se va con deudas pendientes que se acumularon por 15 años con víctimas de desaparición, homicidios dolosos, feminicidios, números que por su puesto que destacaron a Guanajuato por la violencia, llámese policías, personas asesinadas.

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