El abasto de medicamentos en México urge.
La necesidad es cada vez más preocupante y la situación parece empeorar por la escases de los medicamentos inmunosupresores, mismos que permiten que un cuerpo acepte un órganos transplantado.
La semana pasada hablamos del reto que hay por parte de la Federación y el Estado de brindar una atención de calidad, sobre todo por la llegada de un Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) sin vacunas para población.
La falta de estos medicamentos, no solo pone en riesgo la vida de quienes acaban de recibir un órgano transplantado, sino que alimenta el dolor y la agonía de quienes están a la espera de uno, pues muchas cirugías han tenido que posponerse, con el riesgo de estar perdiéndose órganos donados.
En México, tan solo hay 18 mil pacientes a la espera de un riñón, pero hay más de 23 mil personas a la espera un trasplante.
Urge que esta situación se regularice. Urge que las autoridades brinden una atención de calidad y con ella se pongan al alcance de los enfermos el medicamento que los ayude a combatir el mal que llevan dentro.
Ni gritos ni arañazos
Menudo espectáculo dieron los porristas de Morena y del PAN ayer, en la inauguración de los cuarteles de la Guardia Nacional en Guanajuato.
Parecía que no importaba el evento; que no importaba que el presidente y el gobernador se pusieran de acuerdo en algo esencial: la seguridad de los guanajuatenses.
Ambos con discursos –al menos con discursos- resaltando la coordinación entre el gobierno federal y el estatal, sin embargo, afuera la realidad era otra: El reflejo de la desunión que ha creado el partidismo, que no la política.
Los de ayer eran eventos de todos y nadie les da derecho, ni a los de Morena, ni a los azules de tratar de apoderarse de ellos mostrando sus diferencias, porque no es momento de divisiones y menos en el tema de seguridad.
Lo más patético del espectáculo es que a todos nos hizo recordar los clásicos actos del priísmo que acabaron hartando a una gran mayoría de votantes.
