Sin explicación alguna más que la incompetencia en cadena de una serie de autoridades, los pacientes oncológicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado no han podido recibir sus dosis de quimioterapias, porque no hay.
Como si se tratara de un trámite burocrático más, o como si los tratamientos de cáncer pudieran esperar, a los pacientes se les dice que regresen otro día, y otro, y otro…
El desabasto de estos medicamentos no es nuevo en el país. Desde hace meses pacientes o padres de menores diagnosticados con cáncer se han quejado, manifestado y exigido de todas las maneras posibles, sin lograr una resolución que ponga fin a este desabasto.
La explicación del IMSS ahora en Guanajuato, ha sido que carecen del medicamento, porque falta un trámite con la Cofepris, para poderlo distribuir, como si al señalar a otros se evadiera la responsabilidad propia.
Mientras todo eso ocurre, tal parece que para el IMSS la salud no es más que otro de los muchos trámites en los que sus asegurados no tienen otra opción más que esperar.
Para invadir la vía pública, cualquier pretexto es útil
El gobierno de Guanajuato capital, cuya reactivación económica parece depender más de los acuerdos que tenga el alcalde Alejandro Navarro con Luis Alberto Villarreal, presidente municipal de San Miguel de Allende, que de una estrategia con el Gobierno del Estado y específicamente con el sector salud, ahora ha conseguido un nuevo pretexto para permitir que negocios ocupen la vía pública con mesas y sillas: la pandemia.
Sí, la idea de que los negocios requieren más espacios para compensar el distanciamiento que tiene que haber al interior de los mismos y la poca o nula captación económica de algunos de ellos en los meses pasados, corren el riesgo de convertirse en el pretexto para permitirles ocupar calles peatonales, plazas y jardines que son Patrimonio de la Humanidad.
De concretarse esa propuesta, que ya la dejó entrever el alcalde en la pasada sesión de Ayuntamiento, una vez más se estará ponderando el negocio sobre la preservación de la imagen urbana y el compromiso de cuidar una ciudad que es patrimonio de todos, aunque insistan unos cuantos en olvidarlo.
