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viernes, abril 19, 2024

El caso del contralor capitalino: una simulación

Hace exactamente tres meses ocurrió una más de las noticias increíbles que sólo suceden en la administración capitalina: a través de un accidente de tránsito, se exhibió que el auto oficial de un funcionario municipal lo conducía su pareja para actividades personales.

El accidente, ocasionó un grave daño al erario e irónicamente, el responsable resultó ser el encargado de sancionar el mal desempeño de los funcionarios: el contralor, Pedro Pablo Cardona.

La rápida declaración del alcalde para minimizar el suceso y el comienzo y aletargamiento de una “investigación” de la Comisión de Contraloría, causó muchas sospechas de un posible encubrimiento de la administración al contralor.

Ahora, un grave descuido de Función Edilicia hace público un documento con la narración del contralor en donde sale una versión que lo absuelve de la probable comisión del delito de peculado, y que contradice el reporte inicial de la policía capitalina, testigos y Bomberos que atendieron el reporte: el auto lo conducía la cónyuge y su único acompañante era su hijo.

Según el contralor, y la Secretaría de Seguridad Ciudadana que ahora lo respalda, él no sólo estuvo en el auto, sino que también lo manejaba.

La narración es tan descuidada, que ni siquiera tiene sentido la ruta que pretendía hacer el contralor para llevar a su hijo a la escuela (“que quedaba de camino”) y después llegar a su oficina, pues ambos destinos se encuentran en distintas direcciones.

Todo esto deja en absoluta evidencia que la investigación a este caso fue una completa simulación, pero también una simulación muy mal ejecutada.

Esta noticia también deja otras dudas: el camino más fácil para la administración era pedirle la renuncia al Contralor en cuanto esto se dio a conocer, ¿por qué molestarse en levantar toda esta historia para respaldarlo? ¿Qué más hay en relación entre el alcalde y el titular de la Contraloría, que se supone que es autónoma?

Cuántos policías quedan en Celaya

Todos conocemos este tipo de acertijos matemáticos que bien podrían aplicarse a la situación que se vive con la policía en Celaya.

Una mujer entra a una tienda y se roba $100 pesos de la caja. Después, regresa a la tienda y, con los $100 pesos que robó, compró un artículo de $70 pesos. El dueño de la tienda le entrega la mercancía y $30 pesos de cambio.

¿Cuánto dinero perdió en total la tienda?

Justamente podríamos verlo de esta forma con la policía en Celaya.

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado reporta en sus 46 compromisos que, la Secretaría de Seguridad Ciudadana solamente tiene 382 elementos activos, cuando su objetivo sería tener mil 99 policías inscritos, lo que representa un déficit de 717 elementos.

Jesús Rivera Peralta, secretario de Seguridad Ciudadana expone que, se trata de plazas no de elementos, esto quiere decir que, sin dar números, hay más policías en servicio que los que se reportan a la Secretaría de Seguridad del Estado, pero que no tienen plaza administrativa en el Gobierno Municipal.

Como cada tres meses se renueva el contrato para estos policías exfederales por tiempo determinado, esto nos traería como consecuencia que, la plantilla laboral de la policía no tiene un número determinado para saber cuántos elementos en realidad cumplen con funciones operativas.

Esto en realidad resulta más complicado que resolver el primer acertijo matemático, todos saben que es sencillo, la tienda pierde $100. Pero Celaya pierde en garantías y policías comprometidos con la ciudadanía para brindar seguridad.

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