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sábado, abril 19, 2025

El caso Milagros, un parteaguas en la justicia

Ya hemos comentado en este espacio el feminicidio en contra de Milagros, pero hoy esta columna y nuestra portada está dedicada a la importancia de que se haya juzgado y sentenciado, precisamente como feminicidio.

Y es que a pesar de la obligación de juzgar este tipo de crímenes con perspectiva de género, hay que recordar que raras veces ocurre, por los intereses de diversas autoridades de no reconocer la violencia feminicida existente en los territorios que gobiernan.

Incluso el caso de Milagros -lo hemos comentado- se buscó tratarlo como un homicidio doloso, derivado de un intento de robo.

Fue la sociedad, desde el activismo feminista y desde los medios de comunicacion quienes desmintieron esa versión y evidenciaron que se trataba de un feminicidio, y de que lo era a pesar de que víctima y victimario no se conocieran.

Esa circunstancia, que se lograra acreditar como feminicidio a pesar de no conocerse ambos, es una de las partes de la sentencia mejor analizadas y mejor resueltas, pues hasta entonces los casos de feminicidios que habíamos conocido se daban entre personas no solo conocidas, sino con algunas vínculo entre ellas.

De modo que la resolución judicial sí marca un parteaguas y demuestra la enorme importancia de que los homicidios dolosos en contra de las mujeres sean, primeramente, analizados como posibles feminicidios.

Las fallas en el sistema de salud federal

En el sexenio pasado, Guanajuato decidió no entrar al programa de Salud del Bienestar, es decir, decidió que el Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato seguiría operando con recurso netamente estatal.

A nivel federal, varios hospitales son operados en Guanajuato, entre ellos el IMSS, ISSSSTE Y el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. Los usuarios de estos hospitales han tenido quejas graves en los últimos días, debido a la falta de atención.

La más grave ha sido la que ocurre en el Hospital Regional de Alta Especialidad, donde la atención a pacientes con padecimientos con cáncer y trasplantes ha quedado rezagada por la falta de medicamentos, que podrían llegar a costar hasta 45 mil pesos por dosis.

Sin embargo, en el ISSSTE un menor de edad perdió su testículo al no recibir oportunamente una cirugía que ya había sido diagnosticada por un médico. Esto ocurrió debido a la alta demanda en la atención.

En el IMSS, una paciente no fue atendida de manera oportuna por un paro respiratorio y estuvo a punto de perder la vida.

Los tres son casos graves que pudieron haberse prevenido si existieran los recursos humanos y materiales, pero no los había.

En este sexenio, las quejas por falta de atención médica siguen existiendo y no parece haber solución.

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