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jueves, marzo 28, 2024

El derecho de las víctimas sigue esperando

Los hallazgos de cada vez más fosas clandestinas en el Estado han evidenciado un grave problema de coordinación entre las instancia involucradas en el tema, que lamentablemente repercute en la parte
más sensible: los familiares que están buscando en cada una de esas fosas a sus seres cercanos.

Como bien lo señaló Karla Quintana, comisionada Nacional de Búsqueda, no importa el tipo penal por el que una carpeta de investigación esté abierta, lo que importa es cómo debe fluir la información a esas Comisiones, y por supuesto a las familias.

Entre la secrecía de las carpetas de investigación y no solo la necesidad, sino como bien lo aputa Quintana: el derecho de los familiares a recibir información, se está abriendo una enorme brecha que no favorece a nadie.

Ambas Comisiones, la nacional y la estatal, junto con la Fiscalía han logrado algunos mecanismos de colaboración, pero no los suficientes.

Lo inédito de estas situaciones urge a disponer de mecanismos ágiles y tal vez también inéditos de colaboración, de lo contrario el derecho de las víctimas seguirá quedando pendiente.

Para evitar el rojo, hay que dar un paso atrás

Fueron dos meses completos en los que la actividad económica se frenó casi en su totalidad en Guanajuato debido a la pandemia. Incluso los sectores esenciales como el restaurantero tuvieron pérdidas significativas, porque sólo podían operar en su modalidad para llevar.

Los empresarios todavía están tratando de recuperarse de ese duro golpe y el retroceso en el semáforo económico, los llevaría a un escenario poco favorecedor en donde sus ventas bajen e incluso deban despedir a algunos de sus trabajadores y cerrar.

Las autoridades han relajado las verificaciones a comercios y negocios con las que se aseguran que se cumpla con la sana distancia, y eso ha traído consigo que en muchos negocios se pase el aforo recomendado y nadie use cubrebocas.

Sin embargo, son los propios empresarios -los que sí son responsables- quienes ya decidieron ir adoptando medidas más duras, reducir el cupo para la gente que pueden atender, exigir el uso de cubrebocas para sus empleados y clientes.

Esto con la finalidad de frenar los contagios y por consiguiente, evitar retroceder al semáforo rojo. Bien por estos empresarios. La responsabilidad sí es de las autoridades, pero también debe ser algo compartido con la sociedad y la iniciativa privada.

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