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viernes, abril 19, 2024

El gris papel de Montero de Alba por la PDHEG

En cuatro años hay pocos logros que resaltar en la administración de José Raúl Montero de Alba, procurador de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato. El ombudsman se despide de la defensoría. Había quienes esperaban su ratificación por el Congreso, pero la Junta de Gobierno informó que él mismo desistió de buscar un segundo período en el cargo.

Montero de Alba llegó cuestionado a la Procuraduría, por su cercanía con el entonces gobernador Miguel Márquez Márquez y la falta de autonomía, además nunca se distinguió por una comunicación efectiva o al menos habilidad para salir al paso frente a momentos de crisis en materia de derechos humanos.

En su más reciente informe resaltó la amplia aceptación de recomendaciones, pero hay poco que decir sobre el seguimiento de estas, sobre todo cuando las autoridades más señaladas son las corporaciones policiacas estatales y municipales: todas ellas parecen estar encima de la Procuraduría y de casi todas las instituciones.

Montero de Alba tuvo la oportunidad de demostrar su compromiso con los derechos humanos con el caso del migrante Leonardo Reyes Cayente, ejecutado por policías estatales y la desaprovechó. En una recomendación tibia, que confirmó la violación del derecho a la vida del joven, se mostró condescendiente con la FSPE.

En su apariciones, siempre titubeantes, no se atrevió a dar el manotazo sobre la mesa y pedir a los diputados que de una vez por toda legislen sobre pendientes como matrimonio igualitario y derecho a la identidad. Su desdibujada actuación no le alcanzó para repetir en el cargo, no es que haya desistido, es que ya era insostenible y hasta incómodo en su relación con el Ejecutivo.

Ahora se corre el rumor de que Alberto Estrella, un colaborador cercano podría postularse y que tiene los apoyos para ocupar la responsabilidad, que en estos momentos de crisis, no es un reto sencillo.

Más vale perder un día que la tranquilidad

El homicidio de Israel Vázquez, periodista del portal de noticias, ‘El Salmantino’ parece ser la gota que derramó el vaso.

Su cobarde asesinato no solo hizo eco entre el gremio de periodistas de Guanajuato, sino también entre salmantinos, algunos que se sacudieron el miedo, y salieron a las calles, vestidos de blanco a protestar, el lunes pasado.

Pero no es lo único, en redes sociales surgió otro movimiento, que señala es encabezado por comerciantes y empresarios, denominado ‘Que Salamanca Viva’. Ellos proponen un paro total de actividades y un quédate en casa, y no precisamente a causa de una contingencia por Covid.

En realidad es hartazgo lo que pareciera les motiva a invitar a los comerciantes a bajar sus cortinas, ante la ola de extorsiones, cobros de piso, robos, secuestros y homicidios de los que han sido víctimas.

Quieren alzar la voz y enviar un mensaje a los tres niveles gobierno, cuyos representantes no han escuchado o simplemente se niegan hacerlo, pues mientras que el Estado y la Federación enmudecen, la alcaldesa, Beatriz Hernández Cruz, se limita a repartir culpas y señalamientos que poco abonan a tranquilidad de los ciudadanos, a quienes alguna vez les prometió seguridad.

Y es que hasta la fecha, los temas relacionados con violencia e inseguridad en el municipio, solo han servido solo para sacar raja política y demostrar la incapacidad de Hernández Cruz, una disputa que deja a los salmantinos a su suerte.

Sin embargo, juegan en contra de todo movimiento lo que para algunos es apatía o más bien miedo por manifestarse, pues, aunque en redes sociales rechazan los acontecimientos ocurridos, el ir más allá es un paso que temen dar.

Es un hecho que ante cierres definitivos, extorsiones, amenazas, y los balazos que actualmente son parte del ruido de esta ciudad, los ciudadanos tendrán que levantarse, hacerse escuchar, antes, durante y después de las elecciones que se avecinan.

Por lo pronto, las ideas están en la mesa, y de participar en este primer paro, sería histórico, tal y como lo fue el 9 de marzo el movimiento ‘Un día sin nosotras’, solo que esta vez, la exigencia no es sólo ‘ni una menos’ la consiga engloba : ‘Ni un comercio menos’, ‘ni una muerte más’.

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