El gobierno federal declaró ayer una “Emergencia Sanitaria” en el país, tras haber superado los mil casos de enfermos de Covid-19.
La declaración repercute en muchos ámbitos. De entrada se paran las actividades no prioritarias hasta el 30 de abril, se pide a la planta productiva que pague a sus trabajadores salarios completos y no solamente el mínimo, como lo estipula la Ley Federal del Trabajo, lo cual es de suma importancia ante la manera en la que muchas empresas están manejando sus relaciones laborales, en obvio perjuicio de sus empleados.
Pero hay algo que se está obviando en esta emergencia y es lo que tendría que ser la principal prioridad: dotar al personal de salud del más básico equipo de protección.
Al menos hasta ayer por la mañana, el mismo día en que se emitió la declaración de “Emergencia Sanitaria” seguían las protestas de personal del IMSS al no contar siquiera con lo más elemental: cubrebocas, guantes, mascarillas y un larguísimo etcétera, para atender esta contingencia.
Lo más lamentable es que siguen también las mismas respuestas de los directivos del IMSS y del sindicato: “Que se comprometían a resolver el problema”.
La primera línea de batalla en contra de este coronavirus y por tanto de esta emergencia la constituye precisamente el personal de salud a quienes les están regateando los insumos para su protección y la adecuada atención de pacientes.
Si hay algo urgente que debe atender esta declaración es a ese personal. Ojalá el Insabi, el IMSS, el ISSSTE o alguien se ocupe urgentemente de ellas y ellos.
Fallecimiento sospechoso
Elpidio Pérez, un joven de 22 años, fue sepultado ayer sin que sus familiares pudieran acompañarle, más que a la distancia. Las autoridades de salud recomendaron un servicio funerario con protocolos sanitarios que incluían el aislamiento y cero exposición de sus restos… similar al que se sigue en un caso de fallecimiento por coronavirus.
La versión oficial es que Elpidio falleció a consecuencia de una lesión raquimédular, misma que lo tuvo por 35 días en el área de cuidados intensivos de la clínica T1 del IMSS, en donde, según sus familiares, pudo haber estado en contacto con pacientes positivos por coronavirus.
Elpidio nunca había tenido problemas respiratorios y unos días antes de su fallecimiento comenzó con este tipo de síntomas, aunque nunca se le realizó una prueba para confirmar o descartar que tuviera Covid-19.
Los familiares están asustados por la posible exposición de Elpidio al virus, y más, luego de la recomendación para realizar el entierro.
La Secretaría de Salud Estatal había mencionado a Zona Franca que el paciente en cuestión, es decir Elpidio, había fallecido en el ISSSTE a consecuencia de mesotelioma, es decir, un tipo de cáncer que afecta a los pulmones y cuyos síntomas son muy parecidos a los que presenta un paciente con coronavirus.
Oficialmente, Elpidio falleció por una lesión a consecuencia de una caída, para la que no se necesitaba un entierro con un protocolo extraordinario, pero aun así se tomó la medida.
