- Publicidad -
viernes, abril 26, 2024

Intimidación y no error del Congreso

En un acto (que aunque digan que no) que intenta violar el Secreto Profesional del Periodista, la Contraloría del Congreso pidió a Zona Franca información relacionada con nuestra labor periodística aún y cuando la ley nos respalda.

Zona Franca a través de su investigación tuvo acceso al resultado de una auditoría sobre la compra de los terrenos de lo que será el nuevo Estadio León, que por cierto salió sin observaciones según la ASEG.

Resulta que la Contraloría del Congreso a cargo de Rafael García requirió a Zona Franca responder cuándo obtuvo la información y de ser posible, de qué manera. Entonces nos preguntamos ¿y el respeto al secreto profesional?

Ah, y claro, algo que no hemos mencionado ¿ahora nosotros vamos a hacer el trabajo a la Contraloría?

La justificación que se da dentro del Congreso es que se busca la colaboración y que este es uno de los puntos finales de la investigación, básicamente que tienen que agotar todos los medios para conocer si algún funcionario incurrió en una irregularidad al filtrar la información.

No obstante, la pretendida justificación es más un doble discurso, pues mientras el documento parece solicitar la coadyuvancia, el fundamento legal del mismo, esto es, el artículo 96 de la Ley de Responsabilidades Administrativas del estado dice: “Las personas físicas o morales, públicas o privadas, que sean sujetos de investigación por presuntas irregularidades cometidas en el ejercicio de sus funciones, deberán atender los requerimientos que, debidamente fundados y motivados, les formulen las autoridades investigadoras”.

Así, queda claro que no se nos requiere coadyuvar, sino que se nos señala como una persona moral, que estamos sujetos a una investigación por presuntas irregularidades cometidas en el ejercicio de nuestra función periodística y por tanto DEBEREMOS atender los requerimientos.  El texto legal es imperativo, aunque el contralor lo trate de matizar, ahí su doble discurso.

Sin embargo se les olvidó que existe la Ley de Secreto Profesional del Periodista, que el propio Congreso aprobó en el año de 2014 y que establece que el periodista no tiene porqué revelar sus fuentes de información.

Incluso, algunos legisladores ya se expresaron en el sentido de que la Contraloría del Congreso actúo mal y que debería checar la redacción en sus peticiones, aunque lo que en realidad deben checar es el fondo de las mismas. No es un asunto de forma, es de la mayor trascendencia.

Este acto de la Contraloría es intimidatorio para todos los medios de comunicación, no solo para Zona Franca, pues el mensaje que se manda es que no podemos realizar nuestra labor y tener acceso a información de lo que pasa dentro del Congreso.

Pero sobre todo, también es intimidatorio para aquellos que de buena fe comparten información con los medios de comunicación. Porque sí, lo que buscan es también amedrentar a las fuentes.

Pésima señal se manda desde el lugar donde se hacen las leyes, al ver que la Contraloría está más preocupada por castigar las filtraciones de información que acaba siendo pública, que por tutelar los derechos de los periodistas.

Los medios no somos aliados

Tal parece que la Secretaría de Seguridad Pública de León (SSPL) tiene una necesidad de mejorar la relación con los medios de comunicación, tanto que a través de un boletín señalaron que la prensa debe ser ‘aliado’ en el quehacer de esta dependencia.

Fueron un total de 30 policías y 20 tránsitos quienes fueron capacitados por la comisionada de la Unidad de Análisis Estrategia para la Seguridad Ciudadana del estado de Guanajuato, Sofía Huett, bajo la finalidad de “mejorar la relación y comprender la función de los medios de comunicación en los hechos que acontecen”.

Sin embargo, la palabra aliado de acuerdo a la Real Academia Española significa “Que se ha unido y coligado con otra para alcanzar un mismo fin” ¿mismo fin? No, los medios no tenemos la misma finalidad que el personal de comunicación social que trabaja para una dependencia.

En contraparte, se sabe que desde que el secretario de seguridad, Mario Bravo Arrona, ingresó hace tres meses a esta corporación, se revisan los celulares a los policías para asegurarse de que no estén “filtrando” información a los medios.

El boletín parecía difundir un amigable encuentro entre Sofía Huett y los 50 elementos de la SSPL; sin embargo, no sabemos realmente cuál fue el contenido de este ‘curso’ de cuatro horas para ‘enseñarles’ que los medios ‘somos aliados’.

¿Para qué querrán estos elementos de la SSPL conocer sobre los medios? ¿Para contestar bien en las entrevistas? ¿Para conocer cómo funcionan los medios? ¿O para evadir respuestas sobre homicidios y otros hechos delictivos?

Quizá a partir de ahora, así como la comisionada Sofía Huett, los 50 elementos comiencen a enviar tweets “informando” a la población sobre temas de seguridad.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO