Aunque las legisladoras panistas aseguran tener una agenda congruente y solidaria con las mujeres guanajuatenses, no hay nada más alejado de la realidad.
Las agendas de colectivas feministas así como de un creciente grupo de mujeres guanajuatenses demandan acciones concretas como la despenalización del aborto en Guanajuato. Y esto, no está ni estará en la agenda legislativa de Acción Nacional.
A las legisladoras se les olvida que la interrupción del embarazo es un tema de salud pública y de derechos humanos, en el que la Suprema Corte de Justicia ya se decantó a favor. Pero no, ellas prefieren defender otras cosas.
Aunque aseguraron que generarán compromisos en favor de las mujeres, la realidad es que no presentan una propuesta concreta y sus “buenas intenciones”, caen en lugares comunes como la eliminación de la violencia política de género, la disminución de la brecha de desigualdad histórica, la prevención de la violencia y el empoderamiento.
Sin duda, el PAN arma una agenda “feminista” muy a modo, y que con seguridad no convence, ni representa a todas las mujeres guanajuatenses.
No hay exageración; hay protección
De diferentes maneras se han tratado de minimizar los sucesos en los que se hizo participar a niños, niñas y adolescentes (NNA), ya sea usando armas de fuego o portado uniformes tácticos policiacos.
Incluso se ha llegado a decir, por lo actores políticos involucrados y quienes los han justificado y arropado, que se ha exagerado en los señalamientos que hemos hechos los medios de comunicación y organizaciones civiles que protegen los derechos de NNA.
Lejos de revisar tanto protocolo, supuestamente en favor de ellos y ellas, mucho más lejos de ofrecer una investigación seria sobre esas conductas, ha pasado lo peor, no solo normalizar estos hechos, sino minimizarlos.
Bien lo ha señalado la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en la protección de ellos y ellas no hay exageraciones, está la realidad a la que se enfrentan todos los días.
Sin embargo la respuesta ha sido hacer como si nada hubiera pasado, adelantando que nada pasará, que no habrá reflexiones, revisiones, mucho menos sanciones a los y las verdaderas responsables.
Construiríamos más ciudadanía, si el poder político aceptara ponerse de acuerdo con la sociedad, al menos, en la protección de los niños, las niñas y los adolescentes.
