Las fallas y el trabajo a medias de la Fiscalía General del Estado quedó evidenciado una vez más, por los colectivos de búsqueda.
Luego de que la FGE interviniera un predio en la zona de Las Américas, en Irapuato y diera por terminada una búsqueda sin reportar resultados, los integrante de la “Brigada de Búsqueda” hicieron lo propio -aun sin la autorización de la Fiscalía- removieron el terreno y localizaron fosas clandestinas y bolsas con cuerpos.
Las buscadoras salieron regañadas por la FGE, y hasta tuvieron un confrontamiento, pues una vez que el hallazgo fue positivo, a la Fiscalía no le tocó más que volver y trabajar nuevamente. El resultado final todavía no se conoce pero de que hay cuerpos, los hay.
Con el paso de los meses, los colectivos de búsqueda han afianzado su labor y poco a poco han ido demostrando que la Fiscalía General del Estado trabaja a medias… o de plano ni trabaja para dar con los desaparecidos.
Al principio, la FGE no quería reconocer que había fosas clandestinas en Guanajuato y ahora, pareciera que hacen hasta lo imposible por no encontrarlas.
Un victimario que ahora quiere hacerse pasar por víctima
Juan Carlos Castillo Cantero, alcalde de San Diergo de la Unión, compareció al Congreso del Estado en un hecho inédito
Tuvo que responder con su presencia, ante la petición del procurador de los Derechos Humanos en el Estado, Vicente Esqueda, para que explicara su negativa a acatar una vieja recomendación de esa dependencia.
Castillo, sabedor que dijera lo que dijera en el Congreso no tendría consecuencias jurídicas, acudió, con porra incluida, no para dar las explicaciones solicitadas, sino para hacerse pasar por víctima.
En lo que constituyó una burla para el Congreso, el alcalde incluso dijo desconocer el expediente, a pesar de de estar acreditado lo contrario.
Pero si Castillo ha sentado un grave precedente, el presidente de la Comisión de Derechos Humano, el morenista David Martínez Mendizabal, lo ha hecho peor, pues desde su posición ha dicho que ni él, ni su bancada promoverán un juicio político en contra del alcalde, no obstante la gravedad de su desacato.
La omisión del morenista es una burla al Congreso y a la Prodheg, que raya en la complicidad.
