No es la primera ocasión que el operativo Trueno cimbra a un municipio con el objetivo de tomar por sorpresa a su policía municipal.
Una intervención dedicada puntualmente a revisar los armamentos, prevenir irregularidades y hasta evitar colusiones criminales.
Por lo anterior, la certeza sobre la necesidad de aplicarlo, como ayer ocurrió con el municipio de Moroleón encabezado por Alma Denisse Sánchez Barragán, es primordial.
Ya se veía que le tocaba una revisión a la policía de Moroleón, pues el 16 de marzo tres elementos fueron detenidos con un arsenal y vestidos de civiles.
En agosto del año pasado, su presidenta había donado tres camionetas blindadas para la corporación, una sin placas y dos con placas de Michoacán.
Para el gobierno moroleonés, el operativo Trueno se trató de un abuso y una ilegalidad de parte del gobierno estatal, razón que la motivó a transmitir en directo la intervención de la Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y al mismo tiempo encarar a los oficiales.
Fueron horas de tensión que se volvió política, cuando la alcaldesa terminó lanzando acusaciones mientras el operativo continuó con la detención de un juez calificador en supuesta posesión de drogas y armas.
Ahora sólo queda esperar si la implementación del operativo Trueno en Moroleón concluirá con la limpia a la policía municipal, o sus consecuencias repercutirán en toda la administración municipal.
Clínica IMSS en la capital, “en rezos” de Navarro
Después de un viaje más de Alejandro Navarro, alcalde de Guanajauto ahora a la Ciudad de México para reunirse con directivos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se sigue extendiendo la incógnita para la capital, de si se realizará o no la clínica médica familiar, que junto con un nuevo hospital general, es una de las dos obras que prometió el IMSS en tiempos de Peña Nieto.
Sigue en incógnita, pues el alcalde estará “con los cirios prendidos” para que el Consejo Técnico del Seguro Social dé el sí al proyecto, como ya lo hicieron antes con la clínica de Salamanca, pero también para que sí esté Guanajuato en el orden del día de su próxima sesión.
Parece que la amistad del alcalde con Marcelo Ebrard, dos hombres que buscan incrementar su popularidad y aspiran una candidatura mayor, no fue suficiente como para inspirar más confianza en Alejandro Navarro durante su reunión en el Seguro Social, que por cierto, fue fortuita y de la cual el presidente no parece recordar los asistentes.
La próxima semana “auguran” los anónimos, puede someterse a deliberación del Consejo Técnico del IMSS, la clínica para Guanajuato. Una vez que se apruebe, es cuando se podrá formalizar la donación del predio, misma cesión que ha pasado ya por tres Ayuntamientos diferentes y que tiene un plazo hasta el 31 de diciembre de 2023.
Es en esta fecha, que el IMSS debería tener un avance de hasta el 20 por ciento de su edificación, si no, se revertiría nuevamente al municipio, según lo acordado en la Sesión Ordinaria no. 19 del Ayuntamiento actual. De acuerdo a lo informado recientemente al edil, la clínica podría terminarse de construir en 2024.
Una Guerra Innecesaria
Policías caídos en el cumplimiento de su deber, civiles abatidos unidos a la delincuencia, las sirenas de las patrullas que van y vienen por la ciudad, porque ahora la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Celaya asegura que, no habrá impunidad de los delincuentes que antes trabajaban libremente en la ciudad.
Pero esta lucha va más allá, desde el pánico de los ciudadanos hasta considerarse afortunados por difundir un video en red social en el momento de una balacera o de un operativo, donde policías golpean a civiles.
Noticias falsas, rumores, hechos, versiones oficiales de las autoridades de seguridad y de gobierno, quienes aseguran todos los operativos tienen como fin común: garantizar la tranquilidad a los ciudadanos.
Las culpas se lanzan para las administraciones pasadas que no lograron contener la delincuencia y se laurean las detenciones, la reducción de incidencia delictiva y hasta se presume, cuando se entrega equipo táctico de alta tecnología a la policía.
Pero quizás solo se trata de un espejismo, se tratar de esconder la realidad o por lo menos, disimularla para para empujar por una percepción de seguridad, cuando en realidad los celayenses viven una “Guerra Innecesaria”.
