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jueves, abril 18, 2024

Guanajuato al rojo vivo

Como si la pandemia no fuera suficiente, la tarde y noche del sábado se sumaron crudas expresiones de violencia en al menos 13 de los 46 municipios.

La población del norte y sur del Estado vivió horas de enorme angustia ante bloqueos carreteros, autos, camiones y diversos negocios incendiados y constantes ráfagas de metralla, en respuesta a un operativo federal y estatal que resultó en la captura de 26 personas, presuntamente integrantes del cártel “Santa Rosa de Lima”.

Un comunicado de la Sedena publicado ayer confirmó las detenciones, trascendiendo que entre ellas están la madre y la hermana de “El Marro”, líder de ese cártel.

No deja de llamar la atencion que un cártel, al que las propias autoridades habían considerado muy disminuido, tenga la capacidad de crear el caos y el horror que se vivió antier; como tampoco el hecho de que en este caso la Sedena sí haya soportado esos embates y sostenido el arresto de las personas presuntamente vinculadas a hecho criminales, y no como en Culiacán, donde por orden presidencial se replegaron y soltaron a Ovidio Guzmán.

Algunos podrán pensar que la capacidad del cártel de Sinaloa no se puede comparar con la que tiene el de Santa Rosa de Lima y tal vez estén en lo cierto; pero también lo es que la capacidad de todos los cárteles juntos no debiera de intimidar a ninguna autoridad, menos al presidente.

Ahora queda esperar que el resultado sea la desactivación significativa de las operaciones de este cártel y que eso contribuya a pacificar el Estado

La indebida normalidad

Lamentablemente, como era de esperar, la celebración del Día del Padre sirvió como pretexto a muchos para salir del confinamiento y volverse a reunir sin importar la pandemia.

Al salir, pretendiendo dejar atrás algo que está cada vez más presente, nos ubicamos, no en una “nueva”, sino en una indebida normalidad desafiando los contagios y hasta la existencia misma de virus y la gravedad de la enfermedad que provoca.

En parte tiene razón la autoridad cuando apela a que sea la propia conciencia del ciudadano la que determine “quedarse en casa”, sin embargo parece que el problema está radicando en qué tanta de esa conciencia hay.

Tan solo en León se cancelaron 14 eventos, entre ellos una fiesta de más de 200 personas. Ello sin contar todas aquellas que la autoridad no pudo percatarse o que no pudo intervenir.

Así como ocurrió con el Día de la Madre, en las próximas dos semanas estaremos midiendo el grado de conciencia que tenemos como sociedad ante una pandemia que tal vez nos guardó antes y que seguramente nos está haciendo salir prematuramente.

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