Antier por la noche, en varios municipios del estado, se vivieron horas de gran angustia y terror tras una serie de ataques del crimen organizado a diversos negocios, transporte público y vehículos particulares.
De acuerdo a la información de las autoridades, todo habría sido producto de la presunta, y no confirmada hasta ahora, detención de líderes de al menos dos cárteles.
Las agresiones realizadas por estos grupos criminales han dejado un saldo variopinto.
Por una parte han hecho ver que la sociedad se encuentra sumamente vulnerable a sus ataques; esto es, el crimen organizado no solo está dispuesto a agredir a rivales, sino a la sociedad. La ciudadanía dejó de ser un daño colateral, para ser el objetivo principal de su mensaje.
Por otro lado, la reacción de nuestras autoridades fue dispar.
Hubo declaraciones tardías de las alcaldesas de Irapuato y León, llenas de lugares comunes, que poco o nada tranquilizaron a la sociedad.
También los mensajes de los secretarios de Seguridad municipales, que intentaban minimizar lo que las redes sociales y los mensajes de infinidad de personas habían trasmitido de la realidad.
Además fue la ocasión propicia para que Alejandro Navarro, el alcalde de Guanajuato usara su disfraz de Sheriff, pistola incluida, y quien ya metido en el personaje de policía norteamericano, salió a caminar por el centro de la ciudad, para tratar de demostrar que todo estaba en calma, mientras balaceaban lugares periféricos, que evidentemente no recorrió.
Lo cierto es que quedó manifiesta la capacidad de los grupos criminales de sembrar un ambiente de terror en nuestras calles, que las autoridades municipales fueron incapaces de evitar y de revertir.
Al cierre de esta edición, la zozobra permanecía.
La federación que nada informa
Dos minutos con 19 segundos, ese fue el tiempo que el presidente Andrés Manuel López Obrador dedicó a hablar sobre los ataques ocurridos en Guanajuato y Jalisco durante la mañanera del día de ayer.
La información fue escueta, mínima, como si en estas dos entidades no se hubieran vivido horas de terror. Pero López Obrador se limitó a decir que era una reacción, luego de que la SEDENA “desactivara” una reunión de importantes líderes de grupos del crimen organizado y lograra unas detenciones.
¿Cuántas detenciones y de quién? Esos detalles no los compartió, y aunque se hicieron públicos, a la población le queda la duda.
Guanajuato y Jalisco son entidades gobernadas por los llamados “opositores” de la 4T. La primera por Acción Nacional y la segunda por Movimiento Ciudadano, así que tal vez hasta políticamente, la federación hasta pueda sacar raja de estos ataques.
En Guanajuato hubo once detenidos, todos ellos presentados ante la autoridad federal, ¿y qué se supo de ellos?… nada.
La federación hace como que nada pasa… y nada informa.
