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viernes, marzo 29, 2024

IMSS siempre calla

A la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social en Guanajuato ya se le hizo costumbre la opacidad. Prefieren callar ante las quejas de sus propios colaboradores que han exhibido que los directivos abusan de su autoridad para sacar beneficios.

Nada tuvieron para decir cuando un audio de una charla entre trabajadores de la UMF 51 expone que fueron obligados por el director, Emiliano Alegría, a realizar pruebas de COVID-19 a sus familiares, amigos y conocidos sin que éstos fueran derechohabientes o pasaran por el área de triage como ‘cualquier otro mortal’.

La respuesta a este medio fue que no identificaban ningún trato VIP y por tanto, no tenían postura para dar.

Pero este silencio ante la corrupción ya es costumbre. Lo mismo ocurrió cuando se ventiló que personal administrativo de confianza de la T1 cobrara miles y miles de pesos de ‘tiempo extra covid’ sin siquiera presentarse en las oficinas.

Apuestan para que la gente olvide las notas y ya, como si nada hubiera pasado.

No es para nada novedad que exista corrupción dentro del IMSS, lo malo es que cada vez hay más descaro y más opacidad.

Irapuato FC: de pugna por justicia a pleito de barrio

Cuando se supo que la Federación Mexicana de Futbol había negado el ascenso del equipo Irapuato Futbol Club a la liga de expansión, se asumió como un abuso, una arbitrariedad y hasta una injusticia, porque se lo había ganado con todas las de la ley, la reacción de la afición no fue menor.

En redes sociales se hizo un llamado para boicotear partidos oficiales de la Selección Mexicana de Futbol, mediante el grito homofóbico a manera de protesta contra la Femexfut, pues la FIFA había advertido la suspensión de partidos si los aficionados mexicanos no se abstenían de hacer este cántico.

La iniciativa obtuvo respaldo de varias aficiones que también han sido víctimas de los intereses administrativos y económicos de los futbolistas de pantaloncillo largo, es decir el tema comenzó a escalar y en algún momento se pensó que la decisión de la Federación podría revocarse.

Sin embargo, el matiz comenzó a cambiar cuando las explicaciones de la Femexfut estaban orientadas hacia cuestiones administrativas y económicas del club y en particular relacionadas con Javier San Román.

Hace unos días el presidente de la asociación Club Deportivo Irapuato A.C. Juan Manuel Albo Moreno, denunció públicamente un desfalco de al menos 13 millones de pesos en la remodelación del recinto futbolístico, relacionado con la colocación de butacas, y señalo al regidor Francisco Chacón, como intermediario de esa negociación.

Ahora el alcalde Ricardo Ortiz, recrimina a Albo Moreno sus dichos e insinúa que hace dicha acusación porque él quería que el Municipio le asignara el contrato de la renovación de butacas, para terminar pronto, esto se volvió un circo de dimes y diretes como en pleito de barrio.

Ojalá ambas partes más allá de responder los dichos del otro, puedan comprobar y hacer público cómo se invirtieron los 86 millones de pesos que entre Estado y Municipio pusieron para remodelar el dos veces mundialista, obra que por supuesto sigue inconclusa.

Así, lo que pintaba como una ocasión perfecta para que autoridades, empresarios, afición e incluso diferentes clubes deportivos pudieran unirse para forzar a la Femexfut a darle al equipo Irapuato su merecido ascenso, se redujo a un pleito intestino entre el Municipio y el Club.

¿Con qué cara se exige ahora el ascenso?

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