Durante seis años, Isabel Ortiz Mantilla estuvo al frente de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (SMAOT) en Guanajuato. Sin embargo, pese a las preocupaciones ambientales, el tema de las ladrilleras, una fuente de contaminación significativa, se mantuvo fuera de la agenda hasta casi el final de la administración de Diego Sinhué Rodríguez Vallejo.
Ahora, Ortiz Mantilla, desde su nueva posición como diputada, busca alinear fuerzas políticas para regular este sector y mejorar el entorno ambiental, prometiendo lo que no logró concretar como funcionaria.
En su gestión como secretaria, se planteó la construcción de hornos ecológicos, pero el compromiso quedó a medias: solo tres de los quince hornos prometidos se hicieron realidad
Ahora, desde la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, asegura que uno de sus temas prioritarios es la regulación de las ladrilleras, una bandera que dejó caer en la administración anterior.
¡Vaya ironía! Mientras que la diputada habla ahora de una estrategia integral que incluye la regularización de ladrilleras, el combate a la tala inmoderada y el rescate de las presas, la falta de resultados en el pasado deja mucho que desear.
Celaya pierde restaurantes
Celaya y los restaurantes han sido tremendamente afectados por la inseguridad. Y si ambas variables se conjuntan, el resultado no puede ser más que caótico.
Tan así, que de cinco años a la fecha, en Celaya ha cerrado el 60 por ciento de los restaurantes, según estimaciones de la Canirac.
La industria restaurantera fue y sigue siendo severamente afectada por varios factores: primero por la pandemia por COVID-19, pues muchos restaurantes tuvieron que cerrar parcialmente, ofrecer sólo productos para llevar o de plano dejar de operar. Y después, llegó la inseguridad a los comercios.
En Celaya, los restaurantes han sido blanco de las extorsiones, lo que finalmente obliga a los dueños a cerrar; o también, en ciertos establecimientos se han perpetrado ataques y hasta homicidios, lo que sin duda disminuye la confianza de los comensales para asistir.
El asunto, es que parece ser que la industria restaurantera no sale de un apuro cuando ya está en otro.
Por eso, los empresarios de la Canirac confían en que la estrategia “Confía”, anunciada por la gobernadora Libia Dennise García, en colaboración con el Gobierno Municipal, pueda garantizarles que tendrán condiciones para trabajar.
Eso ya se verá.