El titular de la Comisión Estatal de Víctimas ha pedido apoyo a la iniciativa privada.
El problema es que Jaime Rochín no dejó en claro bajo qué esquema podría participar la IP, mucho menos qué podría hacer por las víctimas.
La generalización de la petición no ayuda en la definición de tareas, y por el contrario, parece la negativa de asumir una responsabilidad con la cabalidad que la misma exige.
Sí, todos somos sociedad, y la sociedad debe involucrarse en la solución de los problemas, pero sin que ello evada la responsabilidad de quien es gobierno.
Más aún cuando las instancias creadas para atender y apoyar a las víctimas trabajan sin la coordinación que necesita la ciudadanía, lo cual reconoció el propio Rochín, quien abundó en la problemática que ha representado lograr el acompañamiento de los municipios en estos casos.
Jaime Rochín olvida que garantizar la reparación del daño corresponde a las entidades gubernamentales, y que ello no es delegable ni a la sociedad en su conjunto, ni a un segmento de ella, como puede ser la iniciativa privada.
AMLO debió escuchar.
En la reunión que los altos mandos en materia de seguridad y procuración de justicia, además del gobernador tuvieron con los con los integrantes de la Mesa de Seguridad Nacional, debió de estar el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Era sin duda una oportunidad, para que directamente el mandatario nacional escuchara a las autoridades guanajuatenses de viva voz, sobre todo por ser él quien en repetidas ocasiones ha cuestionado al estado en la materia que más atenta contra la tranquilidad de los ciudadanos: la seguridad.
Es importante saber que la Federación ‘refrendó’ el compromiso de ayudar a frenar la delincuencia organizada, sobre todo al ser de su competencia.
El gobernador se expresó positivamente. Da, hasta cierto punto, certeza de que habrá mejores operativos y el trabajo coordinado será más visible.
Los ciudadanos anhelan resultados favorables. Un estado de paz. Un lugar tranquilo.
La violencia sin duda es el tema que más preocupa, y aunque parezca un sueño guajiro, se espera que así se note también en un futuro próximo.
