La alcaldesa de Irapuato, Lorena Alfaro García no se permitirá hablar de pendientes hasta que arranque su segunda administración, porque ya no serán pendientes sino prácticamente oportunidades para el municipio.
Que no haya confusión, hubo cosas que se dejaron de hacer; por ejemplo, en su primera campaña apostó por las mujeres, pues ella sería la primera presidenta municipal de Irapuato y más allá de la violencia y abusos de autoridad en la marcha feminista del primero de mayo del 2022, una funcionaria tuvo que denunciar por presunto hostigamiento laboral para que a no más de cinco meses previos al cierre del trienio, finalmente aprobaran el protocolo para la atención de estos casos dentro de la administración.
Para la seguridad, que supuestamente era una prioridad, en los llamados Diálogos por la Paz, tuvo encuentros ciudadanos, perfectamente elegidos, con excepción de los niños y niñas que fueron invitados y evidenciaron sin tapujos la situación.
Después de esto, los homicidios han continuado, los robos incrementaron y los denominados ‘motorratones’ siguen con su trabajo,
Ni hablar de las buscadoras y el problema de desaparición de personas, que hasta últimamente ha reconocido, mientras la Célula Municipal de Búsqueda se limita a un mínimo número de policías para únicamente facilitar vigilancia.
En tanto, para los centros de rehabilitación, los encargados tienen que advertir manifestaciones para que puedan ser convocados al diálogo.
Y esos son pendientes, pues a este punto, la oportunidad de resolver es para la propia Lorena Alfaro como abanderada de Acción Nacional, si es que después de tres años no quieren perder un municipio más.
Irresponsabilidad permitida
Más allá del favoritismo que se le dio al hijo del alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro para que practique en la Presa de la Olla o no, este hecho refleja una seria irresponsabilidad que no debe minimizarse.
La irresponsabilidad también recae en la Dirección de Protección Civil, no solo por permitir el acceso a Saúl Navarro Smith, sino por dejarlo bajo su propia responsabilidad; un mensaje equivocado, si se considera las condiciones higiénicas en las que se encuentra esta presa y los riesgos de nadar en este tipo de cuerpos de agua.
La actitud del alcalde de retar a quienes criticaron este permiso en redes sociales tampoco ayuda a la situación, y más cuando señaló no conocer las condiciones del agua que se almacena ahí, aún cuando la contaminación está presente por la plaga de algas.
Este tipo de acciones no solo ponen en riesgo la salud de quienes las realizan, sino que envían un mensaje de permisividad y negligencia por parte de las autoridades, cuando es fundamental que las instituciones públicas garanticen la seguridad de los espacios que administran.
