Es necesario que el gobierno salmantino cumpla las leyes y respete los derechos humanos de las personas, pues su omisión implicó la muerte de Antonio Quintana, para lo que no basta una disculpa pública del director general de Seguridad Alejandro Flores Jímenez.
Las disculpas públicas están a punto de convertirse en el pan de cada día, un mero trámite que se usa para darle vuelta a la página, pero que en realidad deja en duda las supuestas capacitaciones en la materia con lo que embellecen los comunicados y eso es preocupante.
Es preocupante porque el caso de Antonio, ventiló las deficientes prácticas de la Dirección General de Seguridad Pública, pues la investigación arrojó que a la víctima ni siquiera se le practicó un examen de alcoholimetría, que en los separos de C4 hay un paramédico y no un médico legista, y que solo un custodio estaba a cargo de la vigilancia y monitoreo del área, además de atender las órdenes de un juez calificador.
Y para todo lo anterior, no basta una disculpa pública, porque Antonio ya no está en casa y su supuesta privación de la vida todo indica que no se va a investigar, tomando en cuenta que no es la primera persona que bajo la administración de César Prieto muere bajo custodia en los separos de C4.
Ser político es un riesgo
Ahora resulta que para el diputado local del PVEM, Gerardo Fernández ser político en Guanajuato es un riesgo.
Sin embargo, es un riesgo que está dispuesto a enfrentar para que la entidad sea mejor para todos, así sea desde la comodidad de una camioneta millonaria.
El comentario de congresista, resulta ser desafortunado, cae en lo irrisorio y victimiza a la clase política, aun cuando es esa clase se debe de encargar de mejorar las condiciones de seguridad y justicia en Guanajuato.
Más irrisorio aún, es la postura del panista, Rolando Alcantar, quien no solo desestimó el estudio de Data Cívica, sino que llamó a las autoridades a dar mejores herramientas a los cuerpos de policía para su protección.
Tal parece que ambos funcionarios ven el contexto de manera diferente, uno contrario al otro, y con la negativa de ver las cosas como son, y eso lamentablemente demuestra que mucho falta para que las condiciones en Guanajuato sean las que espera la gente, que con riesgo, salen de su casa cada día.