Es bien sabido que la alcaldesa Alejandra Gutiérrez tiene un gran amor a los animales y que ha sido rescatista voluntaria de muchos perros callejeros. Esta preocupación se extiende a otras especies y por ello, ya dejó bien en claro que la intención será no aportar recurso público para el Serial Taurino de la Feria de León 2022.
El tema es que Juan Carlos Muñoz Márquez, quien es el presidente del Patronato de la Feria, claro que está interesado en seguir dándole cabida a este tipo de espectáculos taurinos, que muchas veces sirven de escaparate para que un buen número de políticos panistas, priistas y hasta de otras bancadas, vayan a disfrutar de la Fiesta Brava.
La intención de Alejandra Gutiérrez también se contrapone con el decreto que en 2013 firmó el entonces gobernador Miguel Márquez Márquez para declarar a la tauromaquia como Patrimonio Cultural de Guanajuato.
Este decreto prácticamente protege a la fiesta brava y permite que las corridas de toros puedan realizarse en todo Guanajuato.
Hay que recordar que en León, desde la administración de Bárbara Botello Santibáñez, las corridas de toros quedaron prohibidas para los menores de 12 años.
General Motors responde a AMLO
Hace apenas unos días, el director general de General Motors México advirtió que de aprobarse la reforma energética propuesta por Andrés Manuel López Obrador, el país podría dejar de ser destino de inversiones de la trasnacional.
De pasar de advertencia a realidad, Guanajuato sería entonces de los primeros estados que resentiría la decisión presidencial y del Congreso de la Unión.
En cálculos del secretario de Desarrollo Económico Sustentable (SDES), Maurico Usabiaga Díaz Barriga, el golpe económico significaría la pérdida de 5 mil empleos directos y 20 mil indirectos, pues además hay que tener en cuenta que General Motors ha sido detonante para que plantas proveedoras de ella se ubiquen en su entorno.
Los datos son preocupantes, ya que la industria automotriz genera cerca del 17 por ciento del PIB estatal.
General Motors como otras armadoras han tenido que mudar su tecnología hacia el uso de energías renovables, y al no considerar que la apuesta del gobierno federal sea hacia ese rumbo, entonces el riesgo es inminente.
La reforma energética de López Obrador aún no ocurre y ya empieza a hacer estragos, al menos en Guanajuato.
