Desde el sábado, Ricardo Sheffield Padilla anunció haber dado positivo en la prueba de coronavirus. El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor explicó ayer algunas de las particularidades de su caso, y existen varios motivos que dejan ver que ha sido imprudente en esta contingencia de salud.
En sus declaraciones dadas a medios nacionales y locales, Sheffield Padilla aseguró que no presentó síntomas graves más que un ligero malestar general y estomacal, y que la prueba se la realizó como parte de un chequeo de salud que hace cada tanto tiempo. Con esto, pareciera que el político guanajuatense quiso parecer responsable al analizarse aunque no hubiera motivos evidentes para hacerlo.
Sin embargo, en estas mismas declaraciones desestimó la posibilidad de contagiar a Andrés Manuel López Obrador con quien interactuó apenas unos días antes. Sheffield Padilla respondió ‘sorteando’ las preguntas de los entrevistadores, quienes le señalaban que aunque no hubo contacto directo con el presidente de México, habían usado el mismo atril durante una conferencia de prensa.
Además, con sus declaraciones también minimizó los contactos que ha tenido desde que el virus pudo haber estado activo en su sistema, señalando que únicamente fueron 16 personas. Como si este no fuera un número importante, además de la gran parte de ellos son sus familiares o colaboradores cercanos.
Ante el periodo de incubación tan amplio y la poca sintomatología que puede presentar el coronavirus en algunas personas, las autoridades de salud han recomendado a la población actuar siempre como si se tuviera la sospecha de estar infectado: mantener distancia con los otros, evitar el contacto físico y quedarse en casa.
No se debe minimizar la posibilidad de contagiar a otro al ser un paciente positivo, tengamos presente que para muchos va la vida de por medio.
Desesperación comienza a desbordase gremios en paro
Las manifestaciones de comerciantes inconformes por el cierre de sus negocios debido a la cuarentena impuesta (no a todos) los negocios de actividades “no esenciales”, en municipios como Salamanca, Silao o Pénjamo, por mencionar algunos, empieza a ser un indicador de la desesperación que poco a poco rebasa a los negocios.
El cierre de negocios ha sido paulatino según el municipio y el número de casos de COVID-19 registrados en la localidad, pero oscila entre las 3 y 4 semanas en general, y esto significa que duranta casi un mes los negocios y empresas no esenciales no han generado ingresos, pero sí han tenido gastos, principalmente de personal y algunos, pérdidas en mercancía.
Tan sólo la industria del calzado, de acuerdo con el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), 2 de cada 10 empresas no resistirán más de 15 días más en paro, mientras que el 48% no soportaría más de 30 días extra este paro, pues a la fecha ya se perdieron mil 200 millones de pesos y el sector no resistirá mucho más.
Otro sector que subsiste al mínimo de ingresos y actividad es el sector textil del sur del estado de Guanajuato, en Moroleón, donde se reporta una actividad al 25% de la capacidad total y eso porque hay quienes optaron por producir cubrebocas para atender los requerimientos del merado actual por la pandemia, sin que esto sea efectivamente rentable.
Por si no fuera suficiente también los operadores de servicio de taxi ejecutivo, ya alzaron la voz para solicitar el apoyo económico del Gobierno estatal que insistió tanto meterlos en su corral para hacerlos contribuyentes cautivos y que ahora habrá que ver si también les responde en situaciones de emergencia o el fin sólo fue gravarlos.
Estos distintos gremios se suman al sector hotelero y de turismo que es el más golpeado y que por más tiempo ha padecido y seguramente padecerá los estragos del paro operativo y de la recesión económica que expertos vaticinan en próximos meses y con no menos de un par de años de duración.
Es sin duda un momento crucial para que los alcaldes sobre todo de estos municipios donde la desesperación ya es manifiesta pongan el ejemplo de cómo actuar para resolver las necesidades de sus ciudadanos y los tres niveles de gobierno se puedan coordinar para no dejar morir sola la industria y la economía guanajuatenses, pues todavía está por enfrentarse lo más difícil de la tempesatad.